Apenas unos días atrás Meghan Markle estaba en boca de todos por haber eclipsado a su cuñada, Kate Middleton, en su primera aparición oficial tras volver de luna de miel junto al príncipe Harry.
Este jueves la flamante duquesa de Sussex compartió agenda con Isabel II y quedó en evidencia la buena onda que existe entre ellas. Risas, miradas cómplices y comentarios "en secreto" fueron algunos de los guiños que marcaron el tipo de relación que las une.
Además, un detalle en el look de la ex protagonista de "Suits" llamó más que la atención y volvió a evidenciar su cariño incondicional por la reina. Markle lució un costoso par de pendientes de diamantes y perlas que le regaló la mismísima monarca para su boda. El uso de esta joya significó un 'gracias' público a la jefa de Estado.
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Por su parte, la duquesa de Sussex dejó a varios obnubilados con su exquisita elección para este evento: la esposa de Harry brilló con un vestido color tiza hecho a medida con una sobrecapa en los hombros by Clare Wright Keller. Es inevitable encontrar semejanzas con el que llevó Audrey Hepburn en la película 'Una cara con ángel'.
La ex actriz se inspiró para realizar su vestido de boda en algunos de los diseños emblema que lució el ícono cinematográfico de los años 60, por lo que no sería novedad que continuara mirando a Hepburn como referencia a la hora de vestir.
Meghan complementó su outfit con un cinturón de Givenchy con el logo de la firma, en tono negro y que marcó su silueta. Acompañó con una cartera de mano de cuero y zapatos del tipo stilettos en negro. Impecable.
Por el contrario, Isabel hizo oda de su marca personal; el uso de colores estridentes. Esta vez la Reina eligió un vestido floreado con un largo por debajo de las rodillas, que acompañó con un abrigo de paño verde y sombrero al tono. Cartera de mano negra y zapatos del tipo Loafers by Gucci haciendo juego. Además lució guantes blancos. Única.
Fotos: IG @theroyalfamily