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Fever nació como un sueño de hermanas y se convirtió en un emprendimiento que abrazó a toda la familia. “El inicio fue muy divertido, casi como un juego, nos fuimos de viaje con la excusa de conocer tendencias internacionales y nuevos productos, y todo esto sin que los buscáramos, se convirtió en nuestro sello distintivo”, cuentan desde la marca.
Así fue como en el 2015 abrieron sus puertas y la respuesta de las clientas fue inmediata. Rápidamente crecieron y empezaron a soñar con algún día tener “La Mansion de Fever”. Y este año se les hizo posible.
“Creemos que estar a la vanguardia resulta fundamental en cualquier mercado, en el que uno desarrolla su negocio. Todo cambia muy rápido y hay que actualizarse. Por eso, viajamos constantemente para buscar las últimas novedades en uñas e invertimos en productos importados de la más alta calidad”.
Además, se dieron cuenta que las clientas no buscan solo embellecer sus manos. “En el trabajo diario se genera un ambiente con una energía hermosa, de charlas, risas y debates, de encuentros, cordialidad y amistad. Para permitir que todo esto siga ocurriendo con total naturalidad, decidimos que Fever sea un lugar exclusivo para mujeres”.
Su presente es próspero y prometedor, por eso buscan seguir creciendo. “Siempre aspiramos a más porque pensamos precisamente en brindar un servicio integral y muy completo en lo que hace a belleza, estética y bienestar”.
“Obviamente seguiremos capacitándonos, actualizándonos e incorporando nuevos productos de marcas líderes, para seguir cuidando lo que creemos es la carta de presentación de toda mujer, sus manos. Pero también buscamos expandirnos permanentemente, incorporando nuevos servicios”, concluyen desde Fever.
Conoce mas sobre ellos en su perfil de Instagram.
https://www.instagram.com/p/BpRZC_BgMxt/?taken-by=fevernails
