Se miran con deseo y amor todo el tiempo. No hay un segundo en el que no estén acariciándose y demostrándose lo muy enamorados que están el uno del otro. Desde que la vida los cruzó, hace poco más de dos años, Fabián Cubero (40) y Micaela Viciconte (30) se volvieron inseparables y hoy conforman una familia con las hijas que el futbolista, emblemático de Vélez, tuvo con Nicole Neumann (38): Indiana (10), Allegra (8) y Sienna (4).
Sin apurarse, dieron los pasos precisos para afianzar su amor: primero estuvieron de novios, luego ella conoció a las pequeñas y desde hace poco más de dos meses comenzaron a convivir en Villa Urquiza. Juntos, en una producción exclusiva de CARAS, Fabián y la panelista de “Incorrectas”, el programa que conduce Moria Casán por América, hablan de todo: la relación de ella con las nenas, sus deseos de tener hijos propios, quién se ocupa de las tareas del hogar, qué los mantiene tan unidos y cómo es su relación con Nicole.
—Finalmente después de dos años de novios apostaron por la convivencia, ¿Qué los llevó a tomar esa decisión tan importante?
—FABIAN CUBERO: Lo charlamos durante mucho tiempo y pasamos por las etapas que toda pareja tiene que pasar. El conocerse, extrañarse y el deseo de compartir más tiempo con la persona que elegiste para pasar el resto de tu vida.
—MICAELA VICICONTE: Sí, es como dice Fabi, además era ahora o dentro de dos años. El tema es que hubo dos factores que se dieron al mismo tiempo; a los dos se nos vencía el alquiler y si cada uno renovaba era por dos años, entonces la convivencia iba a tener que esperar. Por eso lo charlamos y decidimos no renovar y entre los dos buscar un lugar que nos quede en el medio, porque yo vivía en Palermo y él en zona Norte, así es que encontramos en Villa Urquiza el punto medio. Estamos muy felices de haber tomado la decisión.
—¿Cómo se llevan en la convivencia diaria?
—M.V.: Ya vamos dos, casi tres meses y la verdad es que es una experiencia súper positiva. Fabi fue quien lo propuso y yo acepté encantada. Es una prueba que estamos superando. Nos llevamos muy bien, y lo mejor de todo es que nos divertimos todo el tiempo. Somos una pareja que nunca se aburre.
—¿Quién se ocupa de las tareas domésticas, como cocinar, limpiar, ordenar, hacer las compras..?
—F.C.: La verdad es que no hay tareas específicamente asignadas. Hacemos casi todo entre los dos; a mí, por ejemplo, me gusta mucho cocinar.
—M.V.: La verdad es que “Poroto” cocina muy rico… Después, los dos somos muy ordenados en la casa. Si uno cocina el otro lava los platos. Juntamos la ropa para lavar y después la colgamos entre los dos. Compartimos todo, durante el día cada uno está abocado a su trabajo así es que, cuando estamos juntos, aprovechamos todo el tiempo posible. Somos muy similares en casi todos los aspectos, por eso no hay roces.
—Micaela ¿Cómo fue para Ud. incorporarse a la familia que ya tiene su pareja, formada con sus hijas, Indiana, Allegra y Sienna?
—No fue tan difícil porque yo a las chicas ya las conocía desde hace mucho, pero sí fue todo un gran cambio. Dejé de vivir sola y ahora comparto mi vida con Fabián y con las nenas. Nos llevamos todos muy bien; cuando están ellas hacemos planes familiares y cuando no están, aprovechamos para salir… Uno se va acomodando.
—F.C.: Las nenas están una semana, tres días, y otra, dos, y fin de semana de por medio. Mica se adaptó súper bien a la estructura que tengo. Y nunca me limitó en nada ni protestó por nada. Se adaptó perfecto; es una mujer increíble.
—¿En su casa, duermen las tres niñas juntas, tienen cada una su dormitorio o hay alguna que se pase a la cama de ustedes?
—F.C.: Duermen las tres juntas y ninguna se pasa a la cama. Tienen su propio dormitorio y, a veces, la más chiquita quiere que me acueste con ella para dormir, pero ya son grandes y respetan los espacios.
—Micaela, ¿Cómo se siente en este rol de “segunda madre” con las nenas?
—F.C.: Segunda madre no. Madre hay una, preferimos usar el término compañera (risas).
—M.V.: Sí, compañera es la palabra. Mi rol es el de colaborar, ayudar, estar presente... Si las nenas necesitan algo estoy ahí. Si Fabián no se encuentra, les preparo la comida y las cuido. Hago lo que hace cualquier familia que tiene criaturas.
—¿Sienten que formaron una nueva familia?
—F.C.: No, no creo que ese sea el término. No sé si ponerle ese título es correcto. Sí formamos una linda pareja que se adapta a vivir con tres nenas. Quizás podamos hablar de formar una nueva familia el día que tengamos nuestro primer hijo juntos. Ahí sí podríamos ponerle ese título.
—M.V.: Somos novios que viven juntos con tres niñas hermosas que tuvo su padre. Sencillo. No hay que encasillar la relación en una definición. No es necesario.
—¿Ya pensaron en tener hijos?
—M.V.: ¡Sí claro! A mí, en un futuro, me encantaría ser madre. Yo no tengo hijos y me gustaría tener dos. Quiero una nena y un nene. Pero el antecedente no es bueno (risas)… ¡Parece que Poroto sólo hace nenas!
—F.C.: ¡Obvio que pensamos en ser padres! Queremos tener hijos. Está hablado. No pusimos fecha ni nada pero yo estoy abierto a volver a ser papá. Sé que su deseo es convertirse en mamá desde el día en el que la conocí y a mí me encantan los chicos, así es que Mica sabe que quiero tener un hijo con ella. Vamos apostando paso a paso.
—M.V.: Y uno más no va a hacer la diferencia… (Risas) En un año o dos sí me imagino teniendo un hijo con Fabián.
—¿Ser padres es el sueño que tienen pendiente..?
—F.C.: Sí, tenemos el sueño de ser padres. Y está mucho más cerca convertirnos en padres que casarnos.
—M.V.: Fabián la tiene re-clara como papá y, con respecto al casamiento, puedo decir que nunca lo hablamos y que, por ahora, no lo vemos como un objetivo; preferimos irnos de viaje cuando podemos. Que fluya la convivencia y, si funciona, el hijo vendrá solo.
—¿Cómo describirían su relación?
—F.C.: Es una conexión multifacética, muy pasional, romántica, sentimental, divertida... Depende cómo “pinte” el estado de ánimo. Cuando estamos con las chicas es todo muy divertido con juegos, películas y demás. Cuando estamos solos, ya le damos rienda suelta a la pasión.
—M.V.: No tengo mucho que agregar, creo que Fabi describió muy bien cómo somos. Con las nenas nos encanta pasear a Aloha, mi perrita. El otro día la encontré durmiendo en la cama de Allegra. Tienen una gran conexión.
—¿Micaela tiene un vínculo particular con alguna de las nenas?
—F.C.: Yo creo que sí, con Allegra, porque a ella le encanta bailar al igual que a Mica. Hacen coreos, hacen de todo…
—M.V.: Con “Alle” hacemos muchas bromas. Pero con las tres tengo un vínculo hermoso y sano. Nos llevamos muy bien las cuatro.
—Desde que están juntos han tenido varios cruces con Nicole, ¿Creen que ella está celosa de la pareja que formaron y de lo bien que se lleva Micaela con sus hijas?
—F.C.: La verdad es que no lo sé. Porque no sé lo que siente Nicole y tampoco es de mi interés. A veces parece que lo que hacemos nosotros está mal y no lo entiendo porque son todas cosas naturales de la vida.
—M.V.: Vivimos nuestra relación y no nos importa lo que piensen los demás. Tenemos nuestra familia, nuestros amigos y nuestro círculo íntimo, y somos felices.
—¿Y por qué piensan que siguen los conflictos con su ex esposa?
—F.C.: La verdad tampoco lo sé. Me parece que hay que ver el entorno de Nicole, qué le dicen y hay gente que se retroalimenta de las cosas que se dicen… Nosotros no miramos lo que hace ella.
—M.V.: No hacemos nada para que al otro le caiga mal. Somos sencillos y buenas personas. No buscamos jorobar a nadie; vivimos y actuamos como cualquier pareja normal.
—Fabián ¿Cómo describiría la relación de Micaela con sus hijas?
—La veo como una súper compañera que se adaptó a las nenas desde el primer momento en el que se vieron. Hubo una conexión increíble entre ellas. Mica tiene experiencia porque en el pasado cuidaba a dos nenas, entonces ya tiene integrado el trato.
—M.V.: Logramos tener una química importante y una buena onda constante.
—Micaela ¿Ud. es de ponerle límites o retar a las nenas, o si sucede algo lo habla con Fabián y él se ocupa..?
—De ninguna manera me meto en el tema de los límites o de los retos. Eso es cosas de los padres y yo no ocupo el lugar de nadie. Si pasa algo fuera de la normal lo hablo con Fabián y él se encarga. Por supuesto que si me están rompiendo una pared (risas) algo les digo, pero siempre se portan bien.
—¿Cómo ve a Fabián como padre?
—¡Es demasiado bueno! Es excelente como padre. Lo describo como un diez como padre porque ama, acompaña y educa a sus hijas. Les da lo que quieren y por supuesto sabe poner límites. El ama a los nenes y se nota.
—F.C.: En el fútbol también tengo hijos (risas). En Vélez hay muchos chicos que tienen la mitad de mi edad y podría ser su padre, así es que siempre estoy rodeado de chicos.
—¿Qué la terminó de convencer para formar o unirse a la familia de Fabián?
—Creo que si uno se enamora acompaña a esa persona en todo. Y yo me enamoré profundamente de él. Fue más fácil de lo que parece. Yo proyecto a futuro y encontré en él una persona con quien hacerlo.
—Fabián ¿Tuvo que hablar con sus hijas para explicarle que Micaela iba a convivir con ustedes?
—Sí, pero surgió como una pregunta hacia ellas. Nosotros lo teníamos resuelto pero Mica me dijo, “¡Andá hablando con ellas! Fijate qué opinan…” Y bueno, aunque sabía que se iban a poner chochas, tenía que preguntarles. Y cuando lo hice me dijeron que sí y estuvieron con una ansiedad tremenda porque la adoran. La propuesta, con las nenas se la hicimos en Mar del Plata. Yo le había pedido a Mica que cuando ellas se lo dijeran se hiciera la sorprendida. Entonces les propuse: “¡Vamos a preguntarle a Mica a ver si quiere dejar su casa y venir con nosotros!” Y las chicas, todas emocionadas, deliberaban quién iba a hablar. Fue un momento muy divertido. A pesar de que la última palabra la tenemos nosotros, siempre me gusta hacerlas participar de todo, porque vienen de un golpe duro que fue desarmar su familia. Indiana, en un momento me dijo que no se animaba a preguntarle porque tenía miedo que nos dijera que no.
—M.V.: Fue muy hermosa la situación y, por suerte, estuvimos todos de acuerdo. Soy muy feliz con lo que logramos con Fabián. Dimos todos los pasos que teníamos que dar para llegar hasta donde hoy estamos.
—¿Tuvo que informarle a Nicole que Micaela iba a convivir con usted y sus hijas?
—F.C.: Sí, claro. En realidad se lo dije a mi abogado y él se lo comunicó al abogado de Nicole. Presenté un escrito porque la madre tiene que estar al tanto de dónde viven sus hijas. No me hizo ninguna pregunta ni cuestionamiento.
—M.V.: Para que quede claro, Fabián tenía que informar dónde iba a vivir con sus hijas, no con quién viven. Eso ya es decisión de él. Sólo hubo que notificar el cambio de domicilio.
—Ud. acaba de decir que le comunicó la decisión de la convivencia o cambio de domicilio mediante su abogado, ¿No se habla con Nicole?
—Lo hice con mi abogado porque es un proceso legal pero sí, con Nicole hablamos por mensaje de texto.
—¿Por Whats App se refiere?
—No, por mensaje de texto. Cada uno que saque sus propias conclusiones de por qué es así. Yo no quiero entrar en detalles. No quiero problemas…
—¿Quién de los dos tiene el carácter más fuerte en la convivencia?
—M.V.: Yo soy totalmente directa; apenas me pasa algo lo digo, sin vueltas. No me gusta guardarme cosas que me hacen mal. Hablo todo lo que me pasa. Soy súper compañera y buena onda pero cuando se cruza un límite respondo. Nosotros igual no peleamos jamás, hablamos todo.
—F.C.: Yo en cambio soy más relajado. Quizás me guardo algunas cosas, soy más paciente. Ella es más directa y dice todo lo que se le cruza por la cabeza.
—¿Cómo definirían su pareja, su vínculo?
—M.V.: Tenemos un vínculo sano. Conocemos a los amigos de cada uno y no nos damos motivos para sentir celos o inseguridades.
—F.C.: Es un vínculo sano que a mí me hace muy bien y lo necesitaba.
—¿Se conocen las familias de ambos?
—F.C.: Sí. Es más, el 1º de enero nos juntamos a comer en la casa de la mamá de Mica. Y se llevaron todos increíble. Jugamos al fútbol con mi hermano, mi cuñado…
—M.V.: Yo me tuve que ir porque tenía teatro y se quedaron todos de joda. La verdad es que toda la familia se adaptó bárbaro a esta relación.
—Si tuvieran que pedir un deseo ¿Cuál sería?
—M.V.: Convertirnos en padres pero cuando tenga que ser.
—F.C.: Opino igual… Todo lo demás lo tenemos. Y seguir manteniendo este amor tan fuerte que fortalece el vínculo todos los días. Con Micaela volví a creer en el amor.
—Nicole, mediante su abogado, impuso una medida para que no muestren ni suban a las redes imágenes con las nenas, ¿Cuál es su reflexión al respecto?
—M.V.: Realmente no entiendo el por qué. La verdad es que nosotros no le hacemos daño a nadie.
—F.C.: No hay una explicación… Hay cosas que no las tienen y ésta es una de ellas. Igual nadie nos va a sacar la felicidad.
(Producción: Sol Miranda)
Asistente de fotografía: Ernesto Pagés.
Agradecimientos: Estilismo Sol Miranda, MakeupHairstyling: Josefina Mendez
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