A pesar de mostrarse como un personaje frío y distante en MasterChef, Germán Martitegui es un padre atento y amoroso. Sin embargo, él jamás se imaginó en ese rol en su juventud, pero el chef reveló que fue lo que lo motivó a tener dos hijos.
A pesar de negar por gran parte de su vida el querer tener hijos, Germán confesó que todo cambió al formar parte de "MasterChef Junior": “Si yo no lo hubiera hecho, no sería padre hoy”.
Además, el chef explicó la preparación que tuvo antes de iniciar con el programa: “En el primer MasterChef Junior pedí tener una psicopedagoga al lado mío todo el tiempo. Tenía miedo de hacer algo mal con un chico”, y confesó que en ese momento huía de la paternidad: “A mí me decías, ¿querés sostenerlo al bebé? Yo sentía que me perseguían con el bebé. Yo decía: no quiero”.
Por último, Germán Martitegui confesó que fue lo que más le costó a la hora de trabajar con chicos: “Con los chicos el programa va por el lado positivo. Yo nunca ni conmigo mismo voy por el lado positivo, entonces, ¿cómo hago para hablar positivamente, criticar positivamente? Aprender eso fue muy bueno para mí también. Después dije, yo puedo ser padre. Disfruté mucho del trato con los chicos y apareció la necesidad de ser papá, sí”.
Qué más compartió Germán Martitegui sobre la paternidad
Sobre el personaje que interpreta a la hora de juzgar, la revista Pronto le preguntó al chef si ser padre lo llevó a ser más flexible, a lo que él contestó sincero: “Sí, me conectó con la imperfección. Me permitió aceptar que no todo tiene que ser perfecto, que el trabajo no es lo más importante en la vida”.
Para cerrar con el tema, Germán Martitegui explicó cómo cambiaron los niveles de importancia en su vida a la hora de ser padre: “O sea, te ecualiza la vida, decís: lo importante es esto, el amor. Tengo una responsabilidad con estos dos seres por los próximos 20 años o más. De repente estoy trabajando y tengo que decir: hasta luego, tienen fiebre los chicos, me voy a casa”.
J.C.C