Mirtha Legrand repite una y otra vez cómo le afectó la pandemia y la importancia que tuvo para ella recibir el consejo de un médico que le recomendó que trabajara, por eso en cuanto le fue permitido, retornó a su tradicional programa.
El retomar sus actividades tradicionales implica y también que la diva de los almuerzos disfrute de una estadía en Mar del Plata. Si bien en otros años realizó los tradicionales programas desde “la feliz”, ahora “la Chiqui” descansa, se reúne con amigos y disfruta de la oferta teatral.
El periodista Juan Etchegoyen, en el programa “Lanata sin Filtro” que se emite por Radio Mitre, contó detalles de las actividades que Mirtha lleva a cabo en Mar del Plata y de un particular antojo.
¿Cuál fue el antojo de Mirtha Legrand?
Mirtha estuvo en la primera fila del “Mar del Plata Moda Show”, icónico desfile que se llevó a cabo en las escalinatas de Playa Grande con la majestuosa estructura del Hotel Costa Galana de fondo. También asistió a la obra más taquillera de la temporada que protagonizan Luciano Castro, Pablo Rago, Natalie Pérez y Carla Conte, titulada “El Divorcio”.
Según comentó Juan Etchegoyen, “Mirtha Legrand se metió en la guerra del rating. Ella va a Mar del Plata y empieza a visitar diferentes espectáculos y los periodistas la buscan para discutir temas de actualidad”, explicó.
Luego detalló que la señora Legrand tuvo una invitación a cenar y el anfitrión fue Carlos Rottemberg, quien la invitó junto a otros de sus amigos. Dialogaron sobre la actualidad y los proyectos de la “Chiqui” en la televisión para el 2023. Cuando la noche transcurría con normalidad la icónica conductora sorprendió con un antojo.
Según contó el periodista de Radio Mitre, “Rottemberg recibe a sus invitados en bata y en pijama, es un clásico, es histórico. La cena terminó a la 1 de la mañana, pero Mirtha le dijo ‘¿qué hacemos? Y él dijo que se iba a dormir. Entonces Mirtha dijo ‘bueno yo me voy a comer pochoclos”, explicó Etchegoyen. Así, Mirtha fue “a un carrito que está históricamente” ubicado en la Avenida Güemes y, saciado su antojo, culminó su salida y se fue a descansar.
GR