Charlie Watts murió el pasado martes 24 de agosto a los 80 años, luego de someterse a una intervención quirúrgica. La triste noticia fue confirmada por un comunicado oficial emitido por el publicista Bernard Doherty. El baterista ingresó a los Rolling Stones en 1963, y desde entonces formó parte de la banda más prestigiosa de los últimos tiempos. Además de ser baterista, Charlie también ejerció su oficio de diseñador gráfico, fue productor musical, jazzista y criador de caballos.
Watts debió suspender la gira de los Rolling Stones USA No Filter Tour por problemas de salud. Aunque no hay mucha información acerca de la enfermedad que padecía, el baterista fue intervenido quirúrgicamente una semana antes de morir.
En el año 2004, Charlie tuvo que luchar contra un cáncer de garganta, que además incluyó radioterapia. Los médicos realizaron una biopsia y confirmaron que el baterista tenía un tumor maligno.
Charlie Watts era mundialmente conocido como el baterista de una de las mejores bandas de rock. Todas las actividades que desarrolló a lo largo de sus 80 año le dejaron una fortuna que asciende a los 250 millones de dólares; convirtiéndose así en el sexto baterista más adinerado en la historia de la música.
Además, a lo largo de su vida, exploró varios tipos de negocios, como las acciones en las entidades corporativas de The Roling Stones, la cría de caballos árabes, entre otros.
La separación de Charlie Watts y Shirley:
Charlie Watts y Shirley estuvieron separados pero los inconvenientes no eran precisamente por infidelidades del músico, quien en los años 70 fue invitado junto a sus compañeros de banda a la mansión de PlayBoy y él eligió permanecer durante toda su estadía, en la sala de juegos, en tanto que el resto, con las hermosas play girls merodeando alrededor de ellos, optaron por vivir a pleno esas noches de lujuria. Él eligió una vida tranquila y preponderó el amor familiar el que alimentaron durante los años que estuvieron juntos.
El motivo que casi pone punto final al matrimonio fue porque Charlie comenzó a consumir drogas y alcohol lo que provocó el enojo y el distanciamiento de su esposa. Finalmente, el amor pudo más y Watts optó por preservar el matrimonio y el vínculo con su mujer antes que las drogas de las que se alejó definitivamente.
La pareja vivió sus últimos años alejada de la ciudad en una aldea rural en el oeste de Inglaterra, rodeados de naturaleza, lugar donde falleció el músico.
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