martes 07 de mayo del 2024
CELEBRIDADES 14-02-2022 13:30

Victoria Ocampo y Julián Martínez: la historia de un amor bello y frágil como el cristal

Una de las historias de amor más apasionada y transgresora de nuestro pasado argentino

Victoria Ocampo y Julián Martínez: la historia de un amor bello y frágil como el cristal. Una de las historias de amor más apasionada y transgresora de nuestro pasado argentino es la de Victoria y Julián. O «V. y J.», como la escritora refirió en su autobiografía a esta relación prohibida. 

El punto de inicio fue la puerta del Gran Hotel Roma, el 4 de abril de 1913, mientras Victoria Ocampo y Luis —Monaco— Estrada, su flamante esposo, estaban de luna de miel. Ese día Victoria conoció a Julián Martínez, un primo de Estrada que trabajaba en la embajada argentina. 

"En el momento que lo vi de lejos, su presencia me invadió.”, escribió Victoria. Semanas después, en una función de Ballet Russe, volvieron a verse. La atracción fue instantánea y el germen de esa relación imposible tomó vida. 

Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal
Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal

Victoria Ocampo era la hija mayor de una familia tradicional argentina para la cual, el destino de sus hijas mujeres era el matrimonio, el hogar y la maternidad. Nada más alejado de lo que ella amaba: el arte, la literatura y la actuación. Escandalizado, su padre frustró sus deseos de convertirse en actriz, aunque eso determinó la relación de Victoria con la literatura para siempre. Para encarrilar a su hija, Ocampo celebró la boda de su primogénita con un serio y digno representante de la elite porteña —Luis de Bernardo Estrada, conocido como “Monaco”—, que se encargaría de tener a su esposa dentro de los cánones que la sociedad conservadora esperaba.

Para Victoria, casarse significaba libertad. Y el viaje de bodas, sería el inicio de esa nueva vida que tanto deseaba. Pero a poco de llegar a Europa, en la capital italiana, Victoria confirmó que estaba enamorada, y no de su marido.

La argentina había leído a Sthendal, ese autor que afirmaba que el amor era una bellísima flor, pero había que tener “el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio” y hasta que no conoció a Julián Martínez creyó que se trataba de pura literatura, pero una vez frente a frente, algo cambió en su interior y decidió hacerse del coraje que proponía Sthendal.

Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal
Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal

El matrimonio Estrada-Ocampo terminó su largo y fastuoso viaje de bodas y regresó a Buenos Aires. Fue en una comida de las tantas a las que eran invitados, cuando Victoria volvió a ver a Julián: "Levanté los ojos y me encontré con los suyos. Caí en el fondo de esa mirada. Caí, desmayada. Un relámpago: el paisaje de la eternidad. ¿Tendré que vivir en el tiempo después de haber conocido la eternidad? ".

Esa nueva confirmación aceleró la relación prohibida. Además, una carta en clave que le hicieron llegar a Estrada, acusando a su esposa de adulterio abrió la grieta que separó definitivamente el camino de los esposos.

Ya la atracción entre Victoria y Julián fue insostenible  y lo que comenzó con miradas furtivas, llamadas telefónicas, encuentros casuales preparados con sumo detalle y paseos en taxi sin hablar, desembocó en un amor desenfrenado.

Las palabras de Victoria expresaron el arrebato: "Nuestros cuerpos no necesitaban de nosotros para entenderse. No teníamos nada que enseñarles. Nos deseábamos más allá del deseo".

A escondidas del mundo, los amantes perfeccionaron su estrategia: para sentirse juntos leían a la misma hora, el mismo capítulo del libro que habían elegido; se disfrazaban para encontrarse y hasta Victoria aprendió a conducir un auto para no depender de un chofer que pudiera espiar su conducta.

Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal
Victoria Ocampo y Julián Estrada: la historia de un amor bello y frágil como el cristal

Con el tiempo, alquilaron un departamento para tener su lugar, mientras para Victoria la relación con su esposo era cada vez más distante. Cuando el padre de Victoria falleció, la joven se atrevió a tomar una decisión postergada por las rígidas normas sociales: se divorció de Estrada. Un mundo de libertad se abrió nuevamente para Victoria. Y esa misma libertad que tuvieron los que antes fueron amantes a escondidas, les jugó en contra y terminó por apagar la llama de la pasión.

Hubo un intento de recuperarla, pero fracasó, y finalmente convinieron en ser buenos amigos. En La rama de Salzburgo, Victoria Ocampo escribe la historia de amor con Julián, y retrata una pasión que ella había conocido en la literatura. El título viene de Stendhal —Del’amour— y sintetiza su famosa teoría de la cristalización: la rama de árbol que arrojan en las famosas minas profundas, se cubre de cristales, bellos como diamantes. Esa rama muerta y cristalizada es el amor. 

Así cuenta Victoria la relación con Julián Martínez, que necesito coraje y que pasó del enamoramiento a la pasión. Ese amor que tuvo una perfección tan frágil como el cristal.

Diana Arias - Escritora

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