La operación de Diego Armando Maradona es inminente, porque después de un día de internación para evaluar su estado de salud, los resultados de la tomografía cerebral arrojaron que “el 10” presentaba un hematoma subdural.
El doctor Guillermo Capuya, responsable de Caras Salud, explicó que el hematoma subdural es “una acumulación de sangre entre la cubierta del cerebro, llamada duramadre y la superficie del cerebro”. Generalmente se presenta después de un traumatismo o una serie de golpes menores, por lo general a causa de caídas.
Se clasifican entre hematomas subdurales agudos, que pueden revestir gravedad y hematomas subdurales crónicos, que son acumulaciones “viejas” de sangre. Esta fase se desarrolla semanas después del primer sangrado.
Consultado por Caras Salud, el doctor Cristian Fuster, profesor adjunto de Neurocirugía de la Universidad de Medicina de la Fundación Favaloro y quien operó a la expresidenta y actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en octubre de 2013, explicó que “los hematomas subdurales crónicos pueden producir adormecimiento, trastornos cognitivos y complicaciones para caminar, por lo que los pacientes se ponen más lentos, hasta incluso pueden tener dificultades para respirar”.
“Si Maradona tiene un hematoma subdural crónico, la cirugía consistirá en drenar el hematoma y sacar el líquido que está interpuesto entre el cerebro y la duramadre. Hay dos opciones: se puede hacer una ventana más grande en la cabeza o dos agujeros chiquititos por los cuales se drena ese líquido”, afirmó el especialista.
En cuanto al pronóstico frente a estos procedimientos, Fuster aseguró que son grandes las posibilidades de recuperación “siempre que el cuadro clínico general del paciente sea bueno; si tiene problemas cardíacos, respiratorios o si está anticoagulado, puede tener una recuperación un poco más difícil que si se trata de una persona más saludable”.
Ante la consulta sobre si la cirugía acarrea alguna secuela, Fuster compartió que “no es lo más frecuente, en general no suele haberlas, pero si existe una complicación en la operación, podría quedar alguna”.
En cuanto al origen del hematoma, “es posible que sea a partir de un golpe, aunque no tan lejano como un año, sino más reciente”, concluyó el especialista.