La anécdota familiar cuenta que su hijo fue, en 2008, el acreditado más joven en la historia del Festival de Cannes. A once años de aquella alfombra roja, Martina Gusman (40) sigue manteniendo esa mirada, mezcla de ternura y orgullo, cada vez que observa a Mateo (17), el mayor de sus hijos—junto con Lucero, 3—que tuvo con el director Pablo Trapero (47) y quien hoy la acompaña en una sesión de fotos muy especial.
Sentada en la terraza de un hotel boutique de Palermo y en plena promoción de “El Mundo de Mateo”, la miniserie policial dirigida por Mariano Hueter, sobre la adolescencia y el bullying, la actriz se dispone a hablar de su nuevo trabajo, al tiempo que se sorprende ante la naturalidad de su hijo frente a la cámara. “Podrías trabajar como modelo”, le dice ella un poco en broma, un poco en serio. “Es verdad, Mateo es muy parecido a su papá, pero también tiene cosas mías. Yo creo que es una mezcla de los dos”, reconoce mientras abraza a su hijo. No suelen fotografiarse juntos para notas de prensa, pero disfrutar la complicidad de su vínculo actual y la posibilidad de atesorar esas imágenes como un recuerdo familiar tal vez resultaron razones suficientes.
“Aunque Mateo es un gran cinéfilo, eligió la fotografía. Si bien todavía cursa quinto año, el año que viene ya decidió que quiere estudiar eso. Hay unas universidades muy lindas en Bolonia, Italia, y la idea es que lo haga allá. Por eso está tomando clases de italiano. También ama la música: toca la batería, el saxo, el ukelele y la armónica”, detalla Gusmán. Además de protagonizar la ficción disponible en Cablevisión Flow y emitida por la Televisión Pública, la actriz viene de estrenar el filme “El Hijo”, está filmando un policial ambientando en los 70´s (“Quemar las naves”, de Rodolfo Carnevale) y se prepara para la llegada de la tercera temporada de “El Marginal”, la exitosa ficción carcelaria. También escribe una serie de 8 capítulos sobre el mundo femenino junto con su amiga, Forencia Raggi.
¿Mateo no quiere ser actor o trabajar en cine?
—No actualmente, pero sí ha venido a los rodajes muchas veces y conoce mucho de nuestro oficio. Siempre ve los últimos cortes de Pablo y le da sus devoluciones. Y cuando yo le pido que me ayude a repasar la letra se copa también. Es súper crítico de nuestros trabajos.
¿Cómo describiría la personalidad de su hijo?
—Si bien Mate tiene 17 años, la gente cree que es más grande, porque además del físico, tiene un temple de persona más adulta. Tal vez por haber viajado tanto con nosotros, por conocer muchos lugares y ser el único niño en un mundo de adultos. Es un chico tranquilo. Entre nosotros hay mucho diálogo. Este verano compartimos mucho tiempo los cuatro, porque como Pablo estuvo grabando afuera, viajamos por Noruega, España y Praga y Mateo siempre estuvo copado con su cámara de fotos, tomando imágenes. Así terminó de descubrir esta nueva pasión. Es un chico muy compañero.
—Tuvo a Mateo con 22 años y a Lucero con 37. ¿Cómo vivió la maternidad en cada oportunidad?
— Esperar tantos años entre Mateo y Lucero fue algo buscado. Yo soy una mamá muy presente, para Mate a veces demasiado (risas). Por lo tanto decidí tener dos hijos únicos, porque por la diferencia de edad que tienen hay algo de eso. Siempre fui una mamá canguro, de viajar con ellos para todos lados, aún siendo muy chiquititos, con sólo 40 días. Ese fue el tiempo que también tenía Lucero cuando vino con nosotros a Japón. Somos una familia rodante. Así que fue una decisión esperar que Mateo tuviera 13 años cuando llegara su hermana.
—Como madre de un adolescente, ¿Cuál su mirada sobre el bullying, la temática de su nueva ficción, “El Mundo de Mateo”?
—El bullying es un tema muy importante para echar luz. Creo que es la consecuencia de un tipo de crianza y por eso, en lo personal, fomenté en mis hijos todo lo que tiene que ver con el respeto por el otro, con la diferencia y las formas y cuidado al hablar. El bullying no es algo que llega de un día para el otro. Un chico que lo hace es porque tuvo algún tipo de crianza donde no se consideró al otro. Por suerte no me pasó estar ni de un lado, ni del otro. Me interesó que la serie tratara este tema y que también fuese un policial, además de tener la impronta del director, alguien súper joven y talentoso. Mi personaje se llama Paula y es la psicopedagoga del colegio. Ella ayuda a Mateo (un adolescente acusado de cometer un asesinato, en un pueblo pequeño) a reconstruir sus recuerdos. Y el guiño de que se llame el “Mundo de Mateo”, fue algo muy simpático.
—También está por recibirse en Psicología y sigue colaborando con la “Fundación Sí” en sus programas de acompañamiento a personas en situación de calle. ¿Cómo nació el compromiso por lo social?
—Es algo que me acompañó desde chica. Yo milité en villas. Después arranqué en “Fundación Sí”, que hace muchas tareas para la inclusión social y donde la psicología comunitaria surgió como opción y algo paralelo a la actriz. Me recibo en diciembre, ya estoy cursando las últimas cinco materias. La idea es ejercerlo en el plano del voluntariado. Ahora también estoy haciendo un taller en cárceles, de adquisición de habilidades sociales, para personas que están a uno o dos años de salir en libertad y se preparan para enfrentar el afuera. Todos nos podemos equivocar, si hubo una Justicia que impuso una condena y fue cumplida, se puede tener una segunda oportunidad.
Agradecimientos: Las Pepas, R. Sarkany, Luna Garzón, Rimmel Moda, Terrible Enfant, Penguin Hombre. Maquilló: Karina Fakiel. Peinó Belén Fiorito para B. Fiorito Estudio. Hotel Nuss, El Salvador 4916 CABA @nusshotel.com Asistente de fotografía Ernesto Pages