Ya había tenido su oportunidad en el 2016, cuando en pleno impasse afectivo con su ex novio, el futbolista Ezequiel Lavezzi (34), la producción del “Bailando por un Sueño” se contactó con ella para ofrecerle participar. Yanina Screpante (35) fue a esa reunión, pero una sensación interna le susurraba que todavía no era el momento. Más aún, pronto se reconcilió con “El Pocho” y viajó a China para acompañar al futbolista en su primera temporada en el Hebei Fortune, con lo que la posibilidad quedó definitivamente trunca. Tres años más tarde, el destino quiso que la misma productora la volviera a llamar con el mismo propósito... Y esta vez las cosas fueron diferentes: “Volvímos a reunirnos y ahora lo pensé de otra manera. Sabía que es una competencia de baile que requiere de técnica y de horas de entrenamiento, un cambio de vida rotundo porque yo no estaba yendo al gimnasio y atravesaba un momento más bien sedentario. Me sorprendió la propuesta, no me la esperaba, no sabía que se agregaban nuevas parejas. Pero lo pensé, los escuché y me convencieron. Siempre dicen que ‘todo lo que sucede, conviene’; así que me decidí a aprovechar el momento”, dijo Yanina, quien en su debut en las pistas del “Bailando” sintió el rigor de un jurado que la calificó, junto al bailarín Matias Payen, con uno de los puntajes más bajos del 2019, lo que los obligó a luchar el pasado lunes por su continuidad en el concurso del que quedó finalmente eliminada por el voto telefónico.
Reinstalada en Buenos Aires después de acompañar durante ocho años a Lavezzi por Italia, Francia y China, Yanina volvió a tomar las riendas de su carrera, dividida entre sus épocas de modelo y un presente más emparentado con el diseño de interiores. Pero esa nueva vida más independiente la llevó a atender un costado que siempre la sedujo y que nunca se había animado a enfocar, el de la televisión. “Desde la época en que era modelo me tentaban para hacer cosas en la tevé, se ve que mi perfil podía andar. Pero siempre me gustó viajar mucho, y tanto con ‘Pocho’ como con mi anterior novio viví mucho tiempo afuera. Me gustaba esa vida golondrina y volver, hasta que ahora si me instalé acá y volvieron a llamarme. Yo no me doy cuenta, pero si personalidades tan importantes como Tinelli (Marcelo), Moria (Casán), Kweller (Martín) y hasta la hija de Vila (María Noel Vila) me llaman, por algo será”, explica Screpante, que en el 2019 formó parte del staff de “Con Amigos Así”, por el canal KZO, y también es una de las “vayainas” de “Incorrectas”, el ciclo que conduce Moria Casán por América.
—¿Fue un debut más duro del que se esperaba en el “Bailando”?
—Moria me había dicho que vaya preparada a meterme en el lodo con taco aguja, y la verdad que tenía razón. Hablando antes del debut con Sofía Zámolo (36) y “Nanita” Weber (33), las dos me dijeron que acepte, que se trataba de una experiencia única y que me iba a encantar. Sacamos el puntaje más bajo y pagamos el derecho de piso, creo que fueron un poco duros, porque no me confundí ningún paso, no miré al piso y todos destacaron que bailé bien por tratarse de mi primera vez.
—¿Le incomoda ser presentada como la ex mujer de Lavezzi?
—No, para nada, es obvio que haber sido durante tanto tiempo la novia del “Pocho” me dio más popularidad, más allá de que en el ambiente fashion y social ya me conocían. Y hasta que no tenga un novio nuevo seguiré siendo “la ex del Pocho” (risas)... De ninguna manera me incomoda, por algo yo elegí estar ocho años con esa persona. Y que me identifiquen con él es lógico, no reniego de mi pasado.
—¿Separase la obligó a una repentina independización?
—Siempre de chica fui una mujer independiente. Cuando terminé el secundario me vine de Cardales a vivir a la Capital para estudiar y trabajar, sé muy bien lo que es arreglárselas sola y no depender de tu familia. Mientras estuve en pareja es cierto que tenía una vida más dependiente, pero ahora vuelvo a valerme por mi misma, con los valores que me inculcaron. En ese momento decidí acompañar a alguien apostando a formar una familia, pero como no sucedió vuelvo a mi eje. Y a explotar todo ese potencial que la gente ve en mi.
—¿Siente que su forma de ser genera identificación en las mujeres?
—Muchas mujeres comenzaron a escribirme desde que empecé este año en la televisión identificándose con mi estilo. Muy pocas para criticarme. Y muchas me escribieron “bancándome” cuando estalló el conflicto con Lucía Pedraza (26). Entre ellos gente muy conocida que no voy a nombrar.
Podés leer la entrevista completa en el número de CARAS que ya está en todos los kioskos del país.
Fotos: Cony La Greca