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La Infanta Elena, hermana del rey Felipe VI, es blanco de especulaciones por su capacidad para ejercer funciones de estado. Sin embargo, la verdadera razón por la que no puede asumir el trono es un secreto que va mucho más allá de lo que la prensa y los especialistas de la realeza piensan.
Por qué la Infanta Elena no puede ejercer sus funciones de Estado
Es un secreto bien guardado dentro de la Casa Real española. Según fuentes cercanas, la Infanta Elena nunca estuvo preparada para ser reina. A pesar de ser hija del rey Juan Carlos I y la reina Sofía, su infancia y juventud no estuvieron marcadas por el estudio de los protocolos y las responsabilidades que conlleva el papel de una princesa real. En su lugar, se centró en su vida personal y se apartó del mundo político.
Además, no sentía interés en el puesto de reina. A diferencia de su hermano Felipe, quien se preparó para asumir el trono desde temprana edad, Elena nunca mostró un verdadero deseo de ser reina. Esto la llevó a una situación en la que no estaba capacitada para ejercer las responsabilidades que conlleva el papel.
Otro factor que contribuyó a esta situación fue la ausencia de una formación adecuada en política y diplomacia. Mientras que Felipe estudió en el extranjero y se involucró en actividades políticas, Elena se centró en su vida privada y no desarrolló las habilidades necesarias para ser una líder efectiva.
La última gota que derramó el vaso fue cuando Felipe VI decidió casarse con Letizia Ortiz, una periodista y empresaria común. La sociedad española se sorprendió al ver cómo él había elegido a alguien fuera del círculo aristocrático tradicional, lo que llevó a especulaciones sobre si la infanta Elena podría algún día ocupar el trono.
AM
