Letizia Ortiz fue a la capital francesa para estar en los Juegos Olímpicos 2024. Su presencia ha captado miradas no solo por su elegancia, sino también por la controversia que ha generado su participación limitada.
Para la recepción al equipo olímpico español en la embajada de España, Letizia optó por un vestido sin mangas de Dior, demostrando que su estilo sigue siendo tan imponente como su presencia. Con un diseño francés, la elección de su atuendo no solo subraya su gusto refinado, sino que también resalta su fuerza física, con unos brazos musculosos que parecían más fuertes que muchos de los atletas que competirán.
En el evento, Letizia se mostró accesible y atenta, capturando la atención de los corresponsales de medios nacionales. Mavi Doñate, corresponsal de TVE, aprovechó la ocasión para inmortalizar el momento con una fotografía de la reina junto a los periodistas. Doñate, en sus redes sociales, no dudó en elogiar a la consorte de Felipe VI, destacando su “alma de periodista” y su preparación, aunque esta actitud ha generado críticas y burlas en Twitter, donde muchos la acusan de ser más admiradora que reportera.
Entre los presentes, se notó la ausencia de algunos corresponsales clave, como Isabel Galí de TV3, una figura reconocida por su ardua labor en zonas conflictivas. Galí, con su estilo riguroso y su reputación intachable, no se encontraba entre los fotógrafos, lo que subraya una clara diferencia en el trato mediático. Mientras Doñate exhibía su foto con Letizia Ortiz, Galí prefería mantenerse al margen, reflejando la disparidad y la tensión existente entre la realeza y algunos medios de comunicación.