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La vida de Estefanía de Mónaco siempre ha sido un enigma fascinante para el público y la prensa. Desde su juventud, la princesa se ha destacado por su rebeldía y su carácter indomable, trazando un camino en la realeza que ha sido todo menos convencional.
Sin embargo, a sus 59 años, la hija de Grace Kelly y el príncipe Rainiero está generando una preocupación cada vez mayor entre su familia y los habitantes del principado debido a comportamientos erráticos.
El comportamiento de Estefanía de Mónaco que encendió las alertas
En sus últimas apariciones públicas, Estefanía ha mostrado un aspecto y un comportamiento que han dejado atónitos a muchos. Durante el tradicional Festival de Circo de Montecarlo, donde ella siempre ha sido una figura central como presidenta de honor, la princesa sorprendió al público al aparecer con un look inesperadamente casual: un forro polar oversize con la palabra "staff", vaqueros desgastados y un gorro de lana gris. Esta elección de vestuario, tan alejada de la elegancia habitual de la realeza, encendió las alarmas sobre su estado actual.
Más allá de su vestimenta, lo que realmente preocupa a la familia Grimaldi es el aparente aislamiento que transita Estefanía. Fuentes cercanas a la realeza informan que la princesa optó por una vida reclusa, prefiriendo la soledad de su hogar antes que participar en los eventos sociales del principado. Su ausencia en la vida pública ha sido notoria, y cuando finalmente aparece, su aspecto físico dista mucho de la figura vibrante y carismática que solía ser.
La vida de Estefanía ha estado repleta de desafíos y tragedias desde una edad temprana. La muerte de su madre, Grace Kelly, en un trágico accidente automovilístico cuando ella tenía solo 17 años, fue un golpe del que nunca se recuperó del todo.
A lo largo de los años, la princesa ha sido protagonista de numerosos escándalos amorosos y ha tomado decisiones que la han mantenido bajo el escrutinio de los medios de comunicación.
VO
