Charlotte Casiraghi, princesa de Mónaco, comenzó el 2019 un poco mal. La hija de la princesa Carolina de Mónaco, a dos meses de haber sido madre, ha hecho pública la ruptura de su compromiso con el productor de cine Dimitri Rassam, quién es el padre de su segundo hijo.
Una historia que comenzó como un cuento de hadas en 2017, en un acto oficial en los premios César, y que luego devino en su compromiso en 2018; ahora llegó a su final.
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Según afirman algunos medios, el final de la historia se dio por "diferencias irreconciliables" y porque ambos tenían puntos de vista diferentes respecto a su futuro juntos. La pareja hizo su última aparición publica en noviembre, en el baile de Montecarlo, donde ambos se mostraron muy unidos.
Casiraghi tiene un historial parecido con el padre de su primer hijo, Gad Elmaleh, con quien comenzó a salir en 2011 y con quien rompió compromiso tiempo después.
Las malas lenguas y expertos de la corona sostienen que la Princesa es víctima de un hechizo que por años perjudicó a la familia real y que por este motivo no puede encontrar el verdadero amor que le de "sentido a su vida". ¿Será así?