En la complicada jerarquía de la realeza española, los títulos de "infanta" y "princesa" marcan una diferencia fundamental en el papel de sus portadores. Aunque ambas designaciones son exclusivas de los miembros de la familia real, no todos tienen derecho a ser llamados príncipes o princesas. En el caso de las hermanas Sofía y Leonor de Borbón, esta distinción es clave para entender el orden de sucesión y la tradición monárquica.
Según el Real Decreto 1368/1987, los hijos del rey que no sean herederos directos al trono ostentan el título de infantes o infantas de España. Este es el caso de Sofía de Borbón, la hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, quien lleva el título de infanta por ser la segunda en la línea de sucesión.
Por otro lado, el decreto establece que el heredero o heredera de la Corona recibe automáticamente el título de príncipe o princesa de Asturias, junto con otros títulos históricos vinculados al sucesor del trono. Leonor de Borbón, al ser la primogénita, ostenta este título como la heredera directa al trono español.
Esta distinción, que puede parecer meramente protocolar, tiene profundas implicaciones dentro de la monarquía, ya que los títulos no solo representan un rango, sino también responsabilidades específicas. Mientras que Leonor se prepara para asumir el máximo cargo dentro de la Corona, Sofía cumple un rol de apoyo dentro de la familia real.
¿Cuándo se cambia de infanta a princesa?
El cambio de título ocurre únicamente cuando un miembro de la familia real pasa a ser el primero en la línea de sucesión. Esto significa que Leonor mantendrá su título de princesa de Asturias hasta que asuma el trono como reina de España. En ese momento, sus futuros hijos serían considerados infantes, pero su primogénito o primogenita adoptaría el título de príncipe o princesa.
Esta normativa asegura que el título de príncipe o princesa se reserve exclusivamente para quienes tienen un vínculo directo con el trono, preservando la tradición y el simbolismo del rol. Por su parte, los títulos de infante e infanta son símbolos de pertenencia a la realeza, pero también reflejan el lugar que cada miembro ocupa en la línea sucesoria. Aunque Sofía no será reina, su papel como infanta sigue siendo fundamental para la estabilidad y representación de la familia real.
En actos públicos, el rol de Sofía como apoyo a su hermana Leonor, será clave para garantizar el buen desarrollo de su reinado. Gracias a los esfuerzos de Letizia y Felipe VI, las hermanas se muestran siempre cercanas, reflejando una relación fraternal sólida. Este vínculo es clave en una familia donde las responsabilidades monárquicas pueden generar tensiones.
VO