El próximo 29 de mayo se celebrará la boda de Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi, sin embargo y con las últimas noticias de la pandemia del Coronavirus propagándose por el mundo entero, el casamiento de la princesa y nieta de Isabel II no deja de tener contratiempos.
Hace unos días se conocía que la recepción posterior al enlace religioso, que se celebrará en la capilla real del Palacio de St. James, se suspendía como medida de prevención, y ahora, todo indica que el número de invitados podría reducirse a sólo dos.
Ahora y tras el brote por el COVID-19, la Iglesia de Inglaterra informó que el número de acompañantes debería limitarse al mínimo legal de cinco, es decir, los novios, el sacerdote y dos testigos. Estas medidas podrían hacer que el padrino de Edoardo, su hijo Wolfie de tres años, finalmente no pueda estar presente en la ceremonia.
“La princesa Beatriz y el señor Mapelli Mozzi están ansiosos por casarse, pero son igualmente conscientes de la necesidad de evitar asumir riesgos innecesarios en las circunstancias actuales. En línea con el consejo del gobierno para el Reino Unido y más allá, la pareja está revisando sus arreglos para el 29 de mayo. Son particularmente conscientes del consejo del gobierno en relación tanto con el bienestar de los miembros mayores de la familia como con las grandes reuniones de personas. Por lo tanto, la recepción planificada en los Jardines del Palacio de Buckingham no se llevará a cabo. La pareja considerará cuidadosamente el consejo del gobierno antes de decidir si un matrimonio privado podría tener lugar entre un pequeño grupo de familiares y amigos", fue el comunicado que este miércoles emitió el Palacio sobre las decisiones que la pareja tomará sobre su boda.
Además, muchos de los familiares y amigos italianos del novio no podrán viajar debido a la difícil situación y el gran número de contagiados en el país trasalpino que han obligado a las autoridades a que la población no haga desplazamientos y se recluya en sus hogares.