Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II en tierras escocesas, se procedió a realizar el traslado del féretro a la capital británica para continuar con la “Operación Puente de Londres”. Este miércoles, los restos de la fallecida monarca se trasladaron desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall. Acompañado por sus hijos y sus hermanos, el ya proclamado Rey Carlos III encabezó el cortejo fúnebre para recorrer las calles de Londres.
El hijo de la Reina Isabel II asumió el trono de Reino Unido y ya cuenta con los primeros cambios a realizar en su reinado. Según reveló The Guardia, Carlos III le pidió a Sir Clive Anderton, quien lleva siete años como su principal ayudante de cámara, enviar una carta a todos los empleados de Clarence House para avisarles que sus actividades ya no serán necesarias.
La prensa británica se hizo eco de la noticia, señalando que el personal está muy afectado, dado que vienen cumpliendo sus funciones, sin descanso, desde el fallecimiento de la Reina Isabel II el pasado jueves 8 de septiembre. La decisión del nuevo Rey supone el cese de las actividades de 101 empleados: 31 de la oficina de secretarios personales, 12 en el departamento de comunicación, 30 entre los responsables de finanzas y 28 entre los empleados domésticos.
La desregulación laboral se llevará a cabo tras un período de consultas y supone la primera crisis de relaciones públicas de Carlos de Inglaterra como monarca. Según reveló el mismo periódico, continuarán con sus funciones “quienes dieron consejo y apoyo personal directo y cercano” a los nuevos reyes de Reino Unido.
Carlos III también decidió desplazar al marqués David Cholmondeley, el hombre que llevó más de 30 años sujetando la corona de la Reina en los actos solemnes durante la apertura del Parlamento. El marqués, amigo personal del príncipe Guillermo y Kate Middleton, llevaba el cargo de Lord Gran Chambelán, uno de los mayores cargos ceremoniales al servicio de la Corona; y ahora será reemplazado por Lord Rupert Carrington, un hombre de la misma edad que el monarca.
Murió la Reina Isabel II: la Princesa Ana hace historia rompiendo una tradición iniciada en 1936
La Reina Isabel II murió el pasado 8 de septiembre en el Castillo de Balmoral. Los restos de la difunta monarca se encontraban en tierras escocesas, por lo que el ataúd debe trasladarse hacia la capital británica para llevar a cabo la “Operación Puente de Londres”. El recorrido de 170 kilómetros inició en Balmoral este fin de semana, hasta el Palacio de Holyroodhouse, para continuar con una ceremonia religiosa en la Catedral de St. Giles. Allí, la Familia Real británica se reunió para rendir homenaje a Isabel II.
El féretro con los restos de la Reina estuvo cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores blancas, para las que se utilizaron las favoritas de la fallecida monarca. El cortejo estuvo formado por seis coches oficiales, y en uno de ellos viajó la Princesa Ana, que no pudo contener sus lágrimas. El Rey Carlos II y sus hermanos participaron de una tradición muy significativa en la Catedral de St. Giles, conocida como Vigilia de los Príncipes, en los que los Windsor velaron a su madre durante quince minutos.
La presencia de la Princesa Ana marcó un antes y un después en dicho acto, al ser la primera mujer en hacer vigilia a un monarca inglés. La tradición de la Vigilia de los Príncipes inició en 1936, con la muerte de Jorge V (abuelo de Isabel II) cuando sólo los hijos varones del Rey fallecido eran quienes podían hacer una vigilia junto a su féretro.
El ya proclamado Rey Carlos III estuvo acompañado de sus hermanos, la Princesa Ana, el Príncipe Eduardo y el Príncipe Andrés. Los cuatro hermanos se colocaron alrededor del féretro con los restos de la Reina Isabel II, y se mantuvieron en silencio, cabizbajos, rezando y con los ojos cerrados, durante quince minutos. Cuando falleció Felipe de Edimburgo en 2021, debido a sus propios deseos y la pandemia de coronavirus, no se reprodujo este ritual, aunque en su procesión fúnebre, la escolta realizada por sus cuatro hijos sí se llevó a cabo.
Siguiendo la puntualidad que caracteriza a la Familia Real británica, la Vigilia de los Príncipes estaba prevista a las 19:20 hs, pero sufrió una modificación tras la demora del Rey Carlos III en el parlamento escocés en Holyrood.
FF