E n cada acto o evento social al que concurre, Máxima (51) acapara todas las miradas. Sus outfits jamás pasan inadvertidos y, sobre todo, si se trata de joyas que los complementan.
Como una fanática confesa de las perlas, es conocida por la colección de collares –de todos los tamaños–, simples y de varias vueltas, y de aros que posee en el joyero de la Casa Real de los Paìses Bajos. Para la inauguración de la Casa Mayor de Bosshardt del Ejército de Salvación, en Amsterdam, eligió un romántico look que acompañó el día nublado y con llovizna.
Un vestido rosa del diseñador Elie Saab –que ya lució en varias ocasiones, como la Cumbre del G20, en 2018, en la Argentina– que completó con una clásica gabardina camel de Burberry, stilettos y bolso de mano en gamuza marrón, original tocado de flores en seda de Philip Treacy y el llamativo collar de tres vueltas de perlas con broche en flor con centro de pequeños diamantes y aros haciendo juego que, según cuentan, tomó prestado del joyero de su suegra, la ex reina Beatriz (84).
Los motivos del regreso de Máxima a Argentina
Luego de dos años de pandemia Máxima Zorreguieta regresó a la Argentina acompañada de su hija Ariane, de 15 años. La reina consorte de los Países Bajos viajó a través de la compañía KLM con total discreción por tratarse de un viaje personal.
De regreso en nuestro país, la argentina se reunió con su madre, María del Carmen Cerruti Carricart, su hermano Martín, que actualmente vive en la Patagonia, y familiares por un particular motivo.
Máxima llegó al país para celebrar el cuarto aniversario de la muerte de su hermana Inés Zorreguieta, fallecida el 6 de junio de 2018 tras haberse quitado la vida a los 33 años. La reina de Holanda vino acompañada de la menor de sus hijas, que casualmente era la ahijada de Inés.