El pasado abril, el Reino Unido despedía al Duque de Edimburgo, esposa de la Reina, con profundo dolor pero con muchas preguntas. ¿Quién acompañará ahora a Isabel II? ¿Quién se quedará con su título? ¿Qué pasará con sus propiedades? Hoy, una de estos temas parece tener una solución un tanto mediática y que al príncipe Carlos parece no gustarle nada: el príncipe Eduardo se convertiría en el próximo Duque de Edimburgo.
Si bien la noticia del descontento del Príncipe de Gales se extendió por todos los medios ingleses y charlas de café, lo cierto es que fuentes cercanas al Palacio de Buckingham dicen lo contrario: "El príncipe Carlos es ahora el duque de Edimburgo tal y como se mantiene, y depende de él lo que suceda con el título. El título no irá a Eduardo".
Desde la cuenta oficial de Instagram de la Casa Real, espacio donde la Familia muestra su labor diaria y suele dar as primicias, aún no han informado nada sobre el título en jaque que, es muy probable, que quede en manos del Eduardo, el favorito de Isabel II. ¿Será este otro tema de discordia dentro de la realeza?
La importancia del Ducado de Edimburgo
En noviembre de 1947, un día antes de la bota entre Isabel II y Felipe, Jorge VI le otorgó al novio el Ducado de Edimburgo. Según la Patente de Cartas, emitida cuando el Rey le dio el título a su yerno, se dejaba en claro que, al morir el Duque, este título pasaría a su primer hijo.
Contra la corriente, Felipe y la Reina decidieron, en 1999, darle el Ducado a Eduardo. ¿Cuándo se le informó al Prínccipe? Un día antes de su boda con Sophie, actual Condesa de Wessex.
Por protocolo, Carlos llevaría el título hasta convertirse en Rey, cuando pasaría a su hermano menor. Si bien el Príncipe de Gales lo lleva desde el fallecimiento de su padre, no es un título que se utilice ya que no se lo considera apropiado por la trascendencia que Felipe logró con el título.
En medio de versiones y polémicas, Carlos tiene una razón para no querer que Eduardo se quedé con el título: reducir el número de miembros de la Familia Real y así reducir el gasto público y las críticas. Ante este panorama, es probable que el Ducado de Edimburgo desaparezca del listado de títulos reales y quedé asociado únicamente al fallecido príncipe Felipe.