Hace meses la salud de Charlene de Mónaco se convirtió en el centro de todas las habladurías en el Principado que, ya se preocupa, por la ausencia de su princesa. A días de celebrar las Fiestas, se cree que estas serán las más difíciles para Alberto ya que no contará con su esposa a su lado.
Recluida en un centro de salud a las afueras de Mónaco, la exnadadora olímpica sudafricana se encuentra pasando un duro momento mientras se repone de una infección otorrinolaringológica por la que fue intervenida en tres oportunidades en su país natal.
“Puedo decir que estaba sufriendo una fatiga increíble. No podía dormir bien durante varios días, no estaba comiendo bien tampoco. Ha perdido mucho peso, lo que la hace más vulnerable a las enfermedades, como catarro, gripe o, Dios nos libre, COVID", dijo el príncipe Alberto en una de las pocas oportunidades en las que se refirió al delicado estado de salud de su esposa.
Lo cierto es que Charlene está atravesando, además de problemas físicos, una profunda depresión por estar lejos de sus hijos Jacques y Gabriella, que le enviaron sentidos mensajes durante las celebraciones del Día del Principado.
Con los pequeños príncipes con un rol mucho más activo en la agenda oficial de la Casa Real, se espara que ellos sean quienes acompañen a su padre durante las celebraciones previas a la Navidad y el Año Nuevo, llevando el clima festivo a los más vulnerables.
Preocupa la salud de Charlene de Mónaco: “Está agotada de las cirugías y no puede comer bien”
Tras seis meses instalada en Sudáfrica y tres operaciones a causa de una agresiva infección otorrinolaringológica, Charlene regresó a Mónaco el pasado 8 de noviembre, pero, tuvo que volver a recluirse por una recaída en su estado general.
“No está perdiendo la cabeza ni sufre problemas graves de salud mental. Está agotada por haber pasado durante seis meses por cirugías y por una incapacidad para comer adecuadamente”, dijeron amigos cercanos de la Princesa a “Page Six”.
Según sus íntimos, Charlene terminó con “graves problemas de sinusitis y deglución derivados de una cirugía anterior” y que regresó al Palacio, a pesar de no estar del todo repuesta, porque “extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo”.
Además, reprocharon la forma en la Casa Real toma el estado de salud de la Princesa y lo comunica a los medios. “Es injusto que se la presente con algún tipo de problema mental o emocional. No sabemos por qué Palacio le resta importancia al hecho de que casi muere en Sudáfrica”, sentenciaron.
Lo cierto es que hoy se desconoce el paradero de Charlene de Mónaco, aunque si se sabe que su pronóstico general es reservado ya que se encuentra atravesando una profunda depresión y problemas físicos tras las operaciones a las que se sometió en su país natal