Si la vida y el fútbol siempre dan revancha, el príncipe William lo comprobó este lunes en primera persona. El duque de Cambridge, que de adolescente se hizo fan del Aston Villa para diferenciarse de sus compañeros, la mayoría hinchas de los equipos grandes de Inglaterra, vibró y se emocionó hasta las lágrimas con la victoria del Aston ante el Derby County por 2 a 1, que les permitió a los de Birmingham ascender a la cotizada Premier League.
El festejado triunfo logrado en un colmado estadio de Wembley, en Londres, con el heredero a la corona británica presente desde un palco, revierte la decepción del año pasado, cuando el Villa perdió en los play off sus chances de ascender. Ahora todo es alegría y euforia para el príncipe, aunque no tenga nadie con quién compartir su estado dentro de la familia real, ya que es el único fan en la realeza británica de los celeste y bordó.