Amalia de Orange, la hija mayor del rey Guillermo y de Máxima Zorreguieta, comenzó a cumplir su agenda protocolar como futura heredera al trono. La joven de 19 años asistió a la boda del príncipe Hussein en Jordania y sorprendió al lucir la tiara de pavo real, una joya exclusiva de la familia holandesa y la cual se creyó perdida durante 30 años.
La futura reina comenzó con su participación protocolar apenas cumplió los 19 años. Desde su visita a las islas del Caribe hasta su asistencia en la recepción del rey Carlos III el día anterior a su coronación, son algunos de los eventos que ya presenció Amalia para presentarse a los demás monarcas.
La tiara de pavo real, la joya que estrenó Amalia de Orange
Si bien Amalia no asistió a la boda de los príncipes de Jordania, estuvo presente en una de las actividades oficiales que se llevó a cabo por la noche, donde formaron parte varios miembros de distintas realezas que no habían tenido lugar en la ceremonia matrimonial.
La corona holandesa es una de las más destacadas cuando de joyas se trata, al igual que la monarquía británica que data de accesorios sumamente de lujo y exclusivos del Palacio de Buckingham. La hija mayor de Máxima asistió con un vestido color magenta que hizo juego con su tiara de pavo real.
La corona que portó la joven de 19 años no es un modelo más en la colección. Se trata de una pieza exclusivamente diseñada para la reina Guillermina de Holanda en 1897, la bisabuela del actual rey Guillermo. La pieza forma parte de un set de tres joyas y su nombre se debe a que el diseño está inspirado en dicho animal.
La pieza fue confeccionada con rubíes que pertenecían a la colección de la familia Orange por la casa Johann Eduard Schürmann & Co. Guillermina de Holanda le pasó la tiara a su hija Juliana de Holanda, la bisabuela de Amalia, quien se la dejó a su hija, la princesa Irene, como herencia.
Una vez que Irene de Orange se divorció, en 1981, la pieza desapareció del ojo público durante más de 3 décadas y la prensa holandesa llegó a pensar que la habían vendido a coleccionistas por un precio exorbitante. Sin embargo, fue la argentina quien reapareció con la tiara en distintos eventos luego de tantos años.
Amalia de Orange fue la encargada de llevar la joya de pavo real que portó tantos años su madre para continuar resignificando la colección de accesorios de lujo que pertenecen a la historia de su familia y, lo que en un futuro será, su reinado.