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Grace Kelly fue una de las figuras más importantes y reconocidas de la realeza, pero no por su papel como princesa, sino por su carrera como exitosa actriz de Hollywood que decidió abandonarlo todo por un hombre. La actriz cambió su vida rotundamente y, según data la historia, decayó en la depresión hasta el fatídico día de su muerte.
El principado de Mónaco tuvo que rebuscar una solución para hacer crecer su reputación y ser tenido en cuenta por las demás monarquías, las cuales lo miran por encima del hombro porque, justamente, no es un reinado de primera mano.
La triste vida de Grace Kelly, la princesa de Mónaco
Grace era una de las grandes promesas del cine norteamericano, tuvo la posibilidad de trabajar con importantes productores y hasta fue la protagonista de filmes que fueron un éxito. Pero a sus 27 años de edad, época para la que ya había ganador un Óscar como reconocimiento de la academia, decidió dejar atrás su pasión para una vida en la realeza.
El principado de Mónaco estaba opacado por su poco valor frente a las monarquías. El imperio de los Grimaldi encontró su respaldo en la industria de la moda, lo que les permitió incrementar su patrimonio, pero les hacía falta una figura que le diera la posibilidad de estrechar lazos con personas importantes.
Fue de esta manera que la familia llegó a la conclusión de que Rainiero de Mónaco, padre de Carolina de Mónaco, debía casarse con una actriz o artista estadounidense y así estrechar relaciones importantes con la nación. Según la información registrada en la historia, Marilyn Monroe fue la primera considerada en la lista, pero su inestabilidad mental era un peligro para la familia.
Kelly, quien fue la candidata ideal, y Rainiero se conocieron en un evento fotográfico en paralelo al Festival de Cannes. La estrategia del principado fue que una revista parisina la invitara al evento, pero debía asistir a una campaña que, casualmente, se llevó a cabo en el mismo palacio donde vivía su futuro marido.
Un año después, en 1956, se concretó la boda que atrajo a todos los televidentes internacionales, y es que los fanáticos de Kelly querían entender qué sería de su vida al otro lado del mundo. Una cosa que Grace no se esperaba es que su marido, inmediatamente después de la boda, le prohibiera volver a pisar un set de grabación.
Incluso, uno de los grandes escándalos ocurrió cuando un director de cine la buscó y ella quería aceptar el papel. Si bien Rainiero no hizo declaraciones públicas, la misma prensa empezó a especular en la decadencia de la imagen del principado si Grace desacataba los protocolos, por lo que desistió.
Juntos tuvieron 3 hijos, Carolina, Estafenía y Alberto II de Mónaco. Los años siguientes de la actriz de Hollywood estuvieron sumergidos en la depresión y aislada de su mundo, pero logrando el objetivo de los Grimaldi: atraer figuras importantes para crear lazos.
Grace Kelly era muy amiga de Lady Di, ya que ambas se entendían a la perfección, pero jamás se imaginaron que terminarían su vida de la misma forma. La princesa de Mónaco falleció a sus 52 años por un accidente automovilístico donde ella iba manejando. Su muerte fue trágica y marcó la distancia de las figuras destacadas del principado de Rainiero, dejándolo sin esposa y sin sus lazos sociales.
