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Desde que el príncipe Alberto II y Charlene de Mónaco se casaron, su matrimonio dio mucho de qué hablar. A pesar de los hijos extramatrimoniales que reconoció finalmente el jefe de Estado, el Principado festejó con mucha alegría la llegada de los mellizos Jacques y Gabriella en 2014, porque se veía asegurada la línea sucesoria. Pero al igual que en España, en Mónaco sigue rigiendo una ley que aparta a la hija de la nadadora olímpica del trono.
Los rumores y sospechas acerca de la particular unión entre Alberto y Charlene llegaron hasta los tribunales, luego de varios años de rumores de crisis, cuando el soberano llegó a denunciar a un periódico británico por asegurar la existencia de un acuerdo económico entre él y su esposa, en el que le habría pagado una millonaria suma de dinero a cambio de cinco años de convivencia y al menos un heredero.
Tanto en España como en Mónaco, la ley sálica impide el acceso al trono de las mujeres, pero siempre y cuando tengan un hermano, como prioridad masculina. Pero si se diera el caso de que todos los hijos de los monarcas fuese mujeres, la mayor de ellas reinaría.
Según expertos en casas reales europeas, el futuro papel de Gabriella de Mónaco, al igual que Carolina y Estefanía de Mónaco, será obligada por el estatus a no ejercer profesionalmente sus estudios, y solo le queda posible realizar actividades de beneficencia, ejercer el matrimonio y la moda.
El conflicto que involucra a Charlene y Carolina de Mónaco:
Charléne de Mónaco regresó al principado luego de sufrir una severa infección en su país natal, por la que tuvo que someterse en reiteradas oportunidades a intervenciones quirúrgicas. Si bien en un principio parecía que finalmente la princesa monegasca iba a tener paz y tranquilidad para recuperarse, el último tiempo fue muy difícil para la familia real. Ahora se suma un conflicto que involucra a la esposa del príncipe Alberto y a Carolina de Mónaco.
Luego de las versiones que indicarían el acuerdo millonario que habría firmado Charléne y Alberto de Mónaco, para que ella no deje el principado y se quede a cumplir con sus funciones; se suma el motivo por el cual la princesa y Carolina estarían enfrentadas. Las revistas Oggi, Voici y Bild afirmaron que la hermana del príncipe Alberto querría fuera de palacio a su cuñada.
De hecho, las versiones aseguran que Carolina de Mónaco habría firmado un acuerdo junto a su hermano para que, en caso de que el soberano falleciese o quedara incapacitado para cumplir sus funciones antes de que su hijo, el príncipe Jacques, tuviera 18 años, sea ella quien ocupe el trono.
El acuerdo haría que Charléne esté presente en contados actos oficiales, mientras que Carolina de Mónaco ocuparía el lugar de su hermano, hasta que el heredero al trono sea mayor de edad. Así la hermana del príncipe recuperaría el papel principal que tuvo durante muchos años y que dejó de lado tras la boda de la pareja real.
Fuentes cercanas aseguran que Charléne de Mónaco se trasladó a la finca de verano de los Grimaldi, en la ciudad de Peille, para continuar con su recuperación alejada de la vida pública; y en el próximo compromiso, para las celebraciones por el 100 aniversario del príncipe Rainiero, será Carolina de Mónaco quien ejerza el papel de Primera Dama.
FF
