Palacio Real de Riofrío: La residencia que casi fue oficial

El Palacio Real de Ríofrío está ubicado en la provincia de Segovia, España considerado por muchos una de las joyas menos conocidas del Patrimonio Nacional. Este edificio, con más de 600 hectáreas de bosque, posee una fascinante historia que se remonta al siglo XVIII. Por un tiempo se mantuvo como una de las posibilidades para ser la residencia oficial de la corona.

Palacio Real de Riofrío: La residencia que casi fue oficial

El origen del Palacio Real de RíoFrío se remonta a los siglos XVIII y XIX, ubicado en los terrenos del bosque adquiridos por el rey Felipe V en 1724. Pero tras su muerte quien impulsó la construcción fue su esposa, Isabel de Farnesio, con la intención de darle un refugio personal a su hijo, el infante Don Luis. El diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano Virgilio Rabaglio, quien decidió inspirarse en el Palacio Real de Madrid.

A pesar de los grandes esfuerzos, el proyecto de este castillo nunca se realizó por completo por a temprana muerte del arquitecto en 1753, lo que llevó a confiar en otros arquitectos para que completaran parte de la construcción. Pero con la ascensión al trono de Carlos III, este edificio perdió su propósito original, por lo que quedó sin huéspedes por más de cien años.

A lo largo de la historia, este palacio fue habitado de forma temporal por algunos miembros de la realeza. El rey consorte, Francisco de Asís de Borbón, lo decoró a mediados del siglo XIX, y el rey Alfonso XII lo utilizó como refugio personal cuando murió su primera esposa, la reina María de las Mercedes. A pesar de esto, el lugar nunca llegó a ser una residencia oficial de la realeza.

Esta construcción destaca por su arquitectura de estilo italiano, con líneas sencillas y elegantes, cuenta con tres pisos de altura y un patio interior de gran tamaño. La decoración del palacio incluye una colección de pinturas, tapices y muebles que reflejan el excéntrico gusto artístico de la época. En la década de 1960, Patrimonio Nacional realizó una gran restauración, dividiendo el piso principal en dos grandes zonas: el Museo Alfonsino y el Museo de la Caza.

En la actualidad, este castillo es un museo medieval y un centro cultural que alberga una gran variedad de eventos y actividades culturales. Por un lado el Museo Alfonsino, que regresa un ‘palacio romántico’, mientras que el Museo de la Caza muestra una extraordinaria colección de piezas relacionadas con la caza.

Aunque el Palacio Real de Riofrío nunca llegó a ser la residencia oficial de la realeza, su historia y su belleza lo convierten en un lugar de gran valor cultural y turístico. La historia de los reyes que temporalmente vivieron en el lugar, aportándole cada uno un toque personal, añaden más cultura a sus paredes.

VDV