domingo 17 de noviembre del 2024
REALEZA 08-04-2019 17:14

Rania de Jordania opacó a Brigitte Macron

La reina de Jordania vs. la primera dama francesa Galería de fotosGalería de fotos

Rania en Francia
Rania en francia | AFP
S/C

Fue un encuentro muy esperado pero no por la trascendencia de sus esposos en el establishment mundial, sino por tratarse de dos de las mujeres más influyentes y fashionistas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron (41), y su esposa, Brigitte Trogneux (65), recibieron en París al rey de Jordania, Abdalá II (57), y a su bella mujer Rania Al-Yassin (48), que ocupan el trono de su país desde 1999. Durante veinte años esta reina, que mide 1,69, se ha distinguido por ser una fanática de la moda.

Con su estilo, charme y glamour, Rania se convirtió en uno de los indiscutidos “íconos royal”.  Madre de cuatro hijos, también es famosa por su obsesión por las cirugías. A tal punto que la han bautizado “la reina de la metamorfosis”. Desde que está en el trono de Jordania los cambios en su rostro han sido notorios. Se hizo cirugía de nariz, aumentó sus labios y pómulos con ácido hialurónico y toxina botulínica y cada seis meses reaparece con algún retoque facial. Según comentan intenta frenar el paso del tiempo a cualquier precio. Y a la belleza le suma su pasión por la moda que la ha llevado a ser nombrada “la reina más estilosa y elegante”. Por eso su desembarco en Paris, más precisamente frente a Brigitte, tenía en vilo al mundo  fashion. Y su primer encuentro en el Palacio Del Eliseo fue tan comentado como aplaudido.

Juliana Awada y Brigitte Macron marcaron estilo en el primer duelo fashionista del G20 

 La reina de Jordania sorprendió con un look “cat woman” que dejó boquiabierta a la francesa. Impactó con un conjunto en cuero, de chaqueta muy ceñida a la cintura, con volado y falda plisada midi, con detalles de encaje en el ruedo, del italiano Ermanno Scervino, que acompañó con cartera Louis Vuitton y stilettos Prada.  La esposa de Macron, como siempre, pensó que con su falda sobre la rodilla ya bastaba para brillar. Y lució un vestido drapeado, azul índigo, de Louis Vuitton, y sus infaltables stilettos. Pero esta vez no bastó que mostrara sus piernas y fue opacada por la glamorosa Rania. Pero fiel a su estilo de nunca pasar inadvertida, a la hora de posar para la foto oficial en las escalinatas del Eliseo, disimuladamente, Brigitte se subió al primer escalón para quedar a la misma altura de la jordana y no perderse ante su metro sesenta y nueve más lo que sumaban sus stilettos.

 

 

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