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Pasaron 10 días de la muerte de Felipe de Edimburgo, el esposo de Isabel II de Inglaterra. Tras el duelo correspondiente, ahora la reina retomó su agenda laboral y desde el castillo de Windsor comenzó con las primeras reuniones.
Si bien antes de que finalice el luto, ya había tenido algunas reuniones vía zoom, ahora oficialmente ya comienza a llenar su agenda de trabajo.
Felipe fue su compañero de vida durante más de 70 años pero para Isabel II y la monarquía en general, primero están los deberes de la Realeza y por eso se adelantó al trabajo.
El rostro de la monarca cambió completamente desde el fallecimiendo de Felipe donde se la vio muy seria y triste. Hoy, con su particular coquetería, se la vio con los labios pintados de rojo, un florido vestido, su collar de perlas de 3 vueltas y un impactante broche que le recuerda el día de su boda con Felipe.
Este accesorio originalmente era una tiara que le regaló el Nizam de Hyderbad, para la boda. El hombre había dado instrucciones a la firma Cartier para que la entonces princesa elija lo que quiera como regalo de bodas. Isabel escogió una tiara y un collar. El collar aún lo conserva en tanto que la tiara fue transformada en el broche que utilizó para su primer día de trabajo como viuda del príncipe.
Por otra parte y con gran entusiasmo la reina comenzó con la organización de su cumpleaños número 95 que fue el pasado 21 de abril, pero el festejo oficial se realiza en junio con el llamado Trooping the Colour.
Este será un desfile militar que logra reunir a toda la familia y que en esta ocasión tendría un significado especial, dado que además de ser el primero sin su marido, se espera la vuelta de Harry y Meghan, aunque ya saben de antemano que eso no ocurrirá.
Pero además, se suma la problemática de la pandemia por el COVID que puede ser motivo de suspensión de la celebración, como lo fue el año pasado, que quedó reducida a una sencilla ceremonia.
El dolor de la reina Isabel tras la muerte de su esposo, Felipe de Edimburgo: "Siente un enorme vacío"
La reina Isabel II se quedó viuda y desde entonces las especulaciones rondan en cómo se encuentra ella tras tener que haber despedido a Felipe de Edimburgo, su compañero durante 73 años.
La monarca consideraba al duque de Edimburgo “su roca”, por lo que su muerte ha dejado “un enorme vacío” en su vida, explicó su hijo el príncipe Andrés al asistir a una misa en Windsor junto a su hermano y su cuñada, Eduardo y Sofía de Wessex, y su sobrina, lady Louise.
LP
