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La noticia la recibió hace un par de meses, pero por prudencia prefirió esperar a los aconsejados noventa días para anunciarlo públicamente. Y fue el viernes pasado, a través de las redes sociales, que Lara Bernasconi confirmó lo que muchos suponían: la ex modelo y su pareja, Federico Alvarez Castillo, esperan la llegada de un hijo. Una alegría inmensa que Lara viene dosificando desde aquellos primeros resultados positivos sobre su embarazo, y que la transportaron a esa realidad mágica que vive toda mujer cuando concibe a su primer hijo. “Estoy muy feliz, de tres meses”, le confió a CARAS el domingo por la tarde en el country Tortugas, donde presenció con una amiga, un amigo y su fiel mascota, “Ambar”, la final del Abierto de Polo. Los ojos le brillaban de felicidad, y la ausencia de Federico se debió a que estaba participando de una competencia de autos antiguos en la Ruta 40. “Fede” la agasajó el domingo con un ramo de flores que le hizo llegar por el Día de la Madre, una fecha que de ahora en más les tocará más de cerca.
Radiante y receptiva ante la cantidad de gente que se acercó a felicitarla, Lara presenció la final muy cerca de donde se refugiaron las mujeres de los polistas de Ellerstina. Contenida por Nicolás, un amigo de siempre de su Tucumán natal, y por la periodista Carolina Fauve, la sensibilidad la invadió profundamente. Su weimaraner que la acompaña hace dieciseis años no para de conmoverla, ya que “Ambar” no claudica en su afecto hacia su dueña a pesar que, por su avanzada edad, ya no ve ni escucha. Tanto es el amor de Lara por su mascota que barajó con Federico la posibilidad de ponerle Ambar a su hijo, aunque finalmente se decidieron por otro nombre que guardarán bajo siete llaves. “Acariciate la pancita”, le pedían en tono cordial los fotógrafos, mientras ella no podía disimular lo incrédula que aún se siente. Y no es para menos, porque un ansiado y postergado deseo se le hará realidad en el próximo otoño.
Fotos: Mauro Fonseca.
