Recrear lo que allí sucedió es casi imposible de evitar, quizás por eso, Máxima consternada dejó escapar sus lágrimas en su visita junto a su esposo, Guillermo, el rey de Holanda, con quien el 2 de febrero pasado cumplió 14 años de casada, al Monumento de Buchenwald.
Con rosas blancas en sus manos y abatidos por el recuerdo de que allí se ubicó uno de los tantos campos de concentración nazi, cerca de la localidad de Wimar, la Reina y el Rey depositaron sus flores en el Monumento y se tomaron un minuto de silencio para recordar a todos aquellos que padecieron el genocidio nazi.
Una vez más, Máxima mostró su costado más humano. Una reina con todas las letras.
Galería de imágenes











También te puede interesar

De Estados Unidos a Perú y su vínculo con el papa Francisco, así fue el camino Robert Francis Prevost hasta ser el nuevo Papa

Muere el Papa Francisco a sus 88 años: sus mejores fotos

Mar, música y gin Spirito Blu: la fiesta de La Buona Vita transformó Chapadmalal en un rincón mediterráneo

Cuándo y cómo se reencontrarán Wanda Nara y Mauro Icardi para dar inicio al divorcio

La entrevista que dio Cristina Kirchner sobre la reforma de la Constitución

Juliana Awada inspira con un sweater oversize y crea un look sin esfuerzo

Eva Bargiela sin filtro contó todo: “sé el día exacto en el que se gestó el bebé”
