Conocé a la sobrina nieta de Pinky y modelo, dueña del "ADN Satragno"

Sabe que en su sangre hay una herencia de belleza, talento y empoderamiento. Pero no lo siente como un peso ni una exigencia, sino como un infinito regalo que le dio la vida. Natalie Wasserman (18), a pesar de la madurez que le dieron sus viajes y de la fuerte presencia que le otorga su carisma a la hora de posar para el fotógrafo de CARAS, es una adolescente en pleno descubrimiento. Y desea abrirse caminos a fuerza de trabajo y estudio.

El ejemplo más claro fue cuando la convocó Ricky Sarkany  para hacer su campaña para “Sarkany Friends” en las redes sociales. El célebre diseñador de zapatos vio las fotos que subió Natalie a su cuenta y se conectó con ella para proponerle el que sería su primer gran trabajo como modelo. Recién después de hablar con ella, Ricky entendió todo.

“El no sabía quién era mi mamá y se sorprendió cuando me vio, por lo parecida que soy. Al no tener el mismo apellido, porque uso el de mi papá (Mariano Wasserman), Ricky ni se imaginó”, explica la joven refiriéndose a su madre, Karina Satragno, de gran trayectoria como modelo, que trabajó con Sarkany, y es sobrina de Raquel Satragno (otra gran modelo argentina) y de Lidia Satragno, más conocida como “Pinky”, leyenda del periodismo y la conducción televisiva, pero que también supo incursionar en la moda.

Es así como, con el ADN Satragno a full, ser la sobrina nieta de “Pinky”, a Natalie no le pesa, sino que la impulsa a soñar con seguir creciendo en su incipiente carrera. “Mi mamá empezó más o menos a la edad que lo hice yo. Como modelo, recién ahora estoy empezando en serio. Estoy contratada por la Agencia Civiles. A mi mamá la veo igual a mi tía abuela Raquel. Parece la hija en vez de la sobrina, ¡es idéntica! Y a su vez yo también tengo esa onda. Me parezco a las dos cuando eran más chicas”, afirma mientras posa con la seguridad de una verdadera Top Model.

   Natalie Wasserman nació en Miami, EE.UU. y se crío desde los tres años en la Argentina. Recién terminó la secundaria en 2019, y este año comenzó a estudiar Diseño de Indumentaria. Actualmente, por la pandemia, toma las clases de manera online. “Todo lo que sea moda me encanta”, repite una y otra vez. Por su edad y formar parte de una generación más conectada con las redes sociales y los canales digitales, Natalie afirma que hace poco empezó a tomar conciencia de lo que significa su tía abuela “Pinky” para los medios de comunicación de la Argentina. “Me cuentan tantas cosas hermosas de ella”, asegura.

   Natalie dice que no le atrae desfilar en pasarela, y que lo suyo es el Beauty, todo lo que tenga que ver con lucir maquillajes. También adora viajar. “En el verano de 2019, me fui a perfeccionar el inglés con unas amigas a la ciudad australiana de Perth. De París amo la arquitectura y los museos, y cuando voy a Miami me gusta escuchar lo que me cuentan mis padres de su vida allí, antes de que yo naciera”, agrega.

   Natalie define su estilo a la hora de lookearse: “Tengo la onda del Streetwear. Mi ídolo es Justin Bieber. Me encanta como cantante y por cómo se visten él y su mujer, la modelo Hailey Baldwin. De los diseñadores me gusta mucho Alexander McQueen. Cuando era chiquita, fuimos con mi mamá a ver una exposición de él en un museo de Londres. Desde ese momento me enamoré de su estilo”, afirma. Y a la hora de destacar a sus maquilladores preferidos, comenta: “Me gusta Nikki MakeUp. Me encantan sus tutoriales”.

   Natalie Wasserman sabe que recién empieza, pero que por sus venas corre la misma sangre de su mamá modelo Karina Satragno, y de sus            grossísimas tías abuelas Raquel y Lidia “Pinky” Satragno. Está feliz, entusiasmada. “Con mamá estoy todo el tiempo, pero si pudiera tener enfrente al mismo tiempo a ella, a Raquel y ‘Pinky’, lo único que me saldría decirles es: ‘¡Gracias!’. Tengo mucho que aprender de ellas. Para mí es un honor pertenecer a esta familia”, concluye.

Producción Alicia Blanco

fotos José Tolomei

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