Silvio Soldán pasó por el living de +Caras, el ciclo de entrevistas a celebridades de Caras TV y que ahora también se transmite en las noches de Net TV. En diálogo con Héctor Maugeri, el mítico conductor de televisión recordó uno de los hechos que marcó profundamente su vida: su paso por la cárcel.
William Silvio Soldán nació el 26 de marzo de 1935 en Colonia Belgrano, un pequeño pueblo de Santa Fe. Tuvo una extensa carrera artística y hoy, a sus 89 años, agradece la dicha de tener salud y de estar tan activo como hace más de cuatro décadas. “El gran secreto es trabajar, hacer cosas. Acabo de llegar de Córdoba y de La Rioja”, cuenta el histórico conductor en el living de +Caras.
Luego de halagar la destacada trayectoria de Soldán en el mundo de la televisión, Maugeri recordó uno de los momentos más terribles en la vida del conductor. En 2004, el histórico locutor fue detenido en una causa que investigaba a su entonces pareja, Giselle Rímolo.
Aquella noche del 2 de abril de 2004, Silvio Soldán enfrentó como pudo el peor día de su vida. Acusado de “estafas reiteradas y tráfico de medicamentos”, la policía lo llevó esposado a la cárcel de Villa Devoto, donde pasó más de dos meses. Sobre aquella trágica vivencia, el reconocido locutor no duda en reconocer: “Son experiencias que te da la vida. Lo que me pasó a mí fue una experiencia muy, muy negativa y triste, pero yo lo tomo como una experiencia”.
Hoy, a la distancia, después de dos décadas, Silvio superó ese traumático momento. Con su característico sentido del humor, bromea y se refiere a su paso por la cárcel de Devoto como “el country”. “Es muy poca la gente de bien que ha pasado por lo que yo pasé. Tengo una ventaja sobre todos. Ninguno estuvo en el country 61 días, como estuve yo”, reflexionó en el living de +Caras.
El popular conductor explica que antes de que la Justicia lo dejara en libertad, su público ya lo había declarado inocente. “Nunca tuve una condena social. La gente siempre me creyó. La gente me absolvió antes que la Justicia”, aseguró.
Además, en relación a su vínculo con el público, contó: “Al día siguiente de que salí del country, fui a ver a Nito Artaza, que estaba en un teatro de la calle Corrientes. Saludaba a las personas conocidas que estaban en la sala. Me mencionó, y la gente me aplaudía mucho. Cuando salí del teatro, fui a comer a un restaurante muy conocido y la gente me saludaba y me abrazaba”, recuerda Soldán.
Por último, Maugeri le preguntó: “En ese periodo en que estuviste preso, ¿lloraste?”. A lo que Soldán confesó: “Nunca lloré cuando estuve preso. He llorado muy pocas veces en mi vida”.
MDP