Máxima Zorreguieta, fue cautivando cada vez más a sus seguidores de todo el mundo. Desde su origen argentino hasta su formación como economista, la reina de los Países Bajos rompe con la tradición de la sangre azul típica de la realeza. Su relación con Guillermo Alejandro enfrentó numerosos obstáculos, desde la desaprobación inicial de la reina Beatriz hasta el escrutinio público debido a su pasado con otros hombres adinerados. Sin embargo, su carisma y el amor de familia que transmite junto a su esposo e hijas, conquistaron corazones y cambiaron percepciones rápidamente.
El casamiento de Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro estuvo marcado por la ausencia de su padre, Jorge Zorreguieta, debido a su pasado político en la dictadura argentina. Este hecho conmovedor se reflejó en las lágrimas de la reina, porque no pudo acompañarla al altar.
La ausencia de su madre, María del Carmen Cerruti, también fue notable en la ceremonia. Por eso Máxima Zorreguieta demostró en este tiempo una gran fuerza, consolidándose como una figura destacada en la realeza europea.
La relación entre Máxima Zorreguieta y su suegra
La relación entre Máxima Zorreguieta y la reina Beatriz pasó de ser fría a cálida gracias a una cena organizada por el príncipe Claus, padre de Guillermo Alejandro. En ese encuentro informal, la argentina desplegó su encanto y logró conquistar a la pareja real, quienes finalmente dieron su bendición a la relación con su hijo, aunque con la condición de la ausencia de su padre en la boda.
Hoy en día, Máxima Zorreguieta elogia públicamente a la reina Beatriz y reconoce sus logros como soberana. En un discurso ante RTL News, expresó su gratitud y honor por suceder a su suegra, dejando claro que la tensión inicial entre ellas ha quedado atrás.