Felipe VI y Letizia Ortiz se unieron en matrimonio en la catedral de la Almudena en Madrid hace veinte años. Fue un evento que marcó un hito en la historia de la monarquía española. Aquel 22 de mayo de 2004, bajo una intensa lluvia y con cientos de personas abarrotando las calles para ver a la feliz pareja, más de mil invitados se congregaron para presenciar la boda real. Fue la primera vez que los Borbón y los Ortiz Rocasolano se reunieron en un evento de tal magnitud.
A pesar de la belleza del momento, no todo fue perfecto. Según la periodista Laura Rodríguez, la tensión entre Felipe y Letizia ya era palpable el día de su boda. Se dice que los príncipes discutieron y que la noche de bodas no se celebró.
La verdad de lo que pasó en la noche de bodas de Felipe VI y Letizia Ortiz
Letizia estaba disgustada por el trato recibido por su familia: Jesús Ortiz, su padre, no pudo asistir acompañado de Ana Togores y tuvo que aparentar una relación con Paloma Rocasolano. Además, Juan Carlos I no entró a la iglesia del brazo de la madre de la futura reina consorte, sino junto a su hermana Pilar, y la infanta Elena se mostró despectiva hacia los Ortiz Rocasolano.
El descontento de la también periodista por el trato a su familia llevó a una discusión con Felipe, quien no intervino para frenar las actitudes despectivas de los Borbón. Esta fue la primera noche que la pareja no durmió junta, marcando el comienzo de una relación llena de fricciones. La familia real nunca recibió a Letizia Ortiz con los brazos abiertos, lo que contribuyó a una dinámica tensa desde el inicio.
A medida que se recuerda que se celebran dos décadas desde aquel día, salen a la luz numerosas revelaciones sobre la relación de Felipe VI y Letizia Ortiz. Por su parte, Maica Vasco, aseguró que el matrimonio es más una estrategia que una unión por amor. La periodista sostiene que el rey de España necesitaba una esposa que pudiera ocultar su verdadera orientación sexual y mantener una fachada pública. Es por esto que la también comunicadora por su ambición y disposición, aceptó un acuerdo beneficioso, convirtiéndose así en la candidata perfecta.
AM