La reina Isabel II viene atravesando un año difícil. No solo por los dolores de cabeza que le sigue generando el príncipe Harry, con la reciente noticia de que publicará sus memorias y por el bautismo secreto que viene organizando junto a Meghan Markle para la pequeña Lilibet Diana.
Entre todos estos disgustos, se suma el del príncipe Andrés, que fue demandado por el escándalo de Epstein, además de que perdió a su compañero de vida, Felipe de Edimburgo. Está claro que la monarca británica necesita despejarse, y el pasado lunes fue vista en Glen Muick junto a dos de sus bisnietas haciendo un picnic.
Pocas semanas antes de que falleciera Felipe de Edimburgo, la reina Isabel II adoptó a dos perros corgis, su raza de mascotas preferidas.
Al parecer, las mascotas llenaron el castillo de buena energía, y a uno de ellos le puso de nombre Muick, como se llama uno de los lagos y extensiones de tierra cercanos a Balmoral, su propiedad en Escocia. Sin dudas, dejó en claro que tenía muchas ganas de volver al que considera uno de sus lugares favoritos.
El periódico Daily Mail anunció el pasado lunes que la monarca fue vista en Glen Muick acompañada de dos de sus bisnietas. Lo que no está en claro es si se trataba de las hijas de Zara Tindall o las de Peter Phillips. En este último tiempo, la reina fue acompañada por varios miembros de su familia y, pese a las restricciones de la pandemia de coronavirus del año pasado, el príncipe Andrés, Sarah Ferguson, la princesa Eugenia, la princesa Ana, el príncipe Guillermo y el príncipe Eduardo, acudieron a visitar la finca escocesa.
“El verano en Balmoral resulta especial cuando la familia se reúne, se relaja y recarga las pilas” afirmó una fuente al diario The Sun a principios de agosto. El picnic de la reina puede ser interpretado como el inicio de sus vacaciones de verano.
FF