La salud mental es uno de los temas más en boga durante estos días, con varios atletas de los Juegos Olímpicos hablando abiertamente de ello y hasta abandonando la competición en pos de su salud mental. En esta ola de celebrities hablando del tema, Sarah Ferguson abrió su corazón y habló de los problemas que padece desde hace tiempo y contra los que aún hoy en día lucha.
"Tenía y sigo teniendo problemas de salud mental, en los que trabajo literalmente todos los días. Realmente los tengo y he estado en terapia durante 24 años. Hay sombras muy oscuras, por supuesto, para cualquiera que sea tan creativo como yo... pero también hay luces claras, y todo ello viene incluido en el pack de Sarah", dijo en una entrevista íntima con "¡HELLO!".
Sarah Ferguson habló además del abandono materno y recordó que cuando era adolescente, Susan dejó a su marido Ronald Ferguson, padre de Sarah, con el que había estado 18 años casada, para viajar a Argentina tras su gran amor: el polista Héctor Barrantes. "Eso fue hace mucho tiempo y amo a mi mamá. Ella fue criada de una manera en la que no entendía lo que estaba haciendo y no fue su culpa, así que la perdoné", reveló.
Para cerrar la entrevista, la Duquesa de York se mostró feliz con su debut literario y el lanzamiento de su primera novela, "Su corazón por una brújula", previsto para esta semana. El libro, que co-escribió con Marguerite Kaye, se lo dedicó a sus dos hijas Beatrice y Eugenie. "Mis hermosas niñas tienen toda la fuerza y el coraje", aseguró.
Sarah Ferguson relató los momentos atroces que vivió cuando era parte de la Corona Británica
Sarah Ferguson o Fergie como se la conoce cariñosamente, habló sobre el desafortunado apodo que le puso la Familia Real entrevista donde relató cómo vivió su divorcio mediático y como era ser parte de la realeza en esa situación.
En esa etapa la prensa comenzó a llamarla Duchess of Pork, haciendo un juego de palabras con su título nobiliario y la palabra 'cerdo' en inglés para burlarse de su aspecto físico.
La ex del príncipe Andrés había comenzado a buscar consuelo en la comida durante sus años en un internado y a partir de ese momento entró en una dinámica muy nociva que la llevaba a comer sin control solo para sufrir después enormemente mientras trataba de adelgazar.
"Me refugiaba en las salchichas y los sándwiches de huevo con mayonesa. Fue una dinámica que continuó también cuando me hice adulta", contaba hace poco tiempo a la publicación "The Sun". "Cuando mi marido se ausentaba, me entristecía y entonces comía aún más y engordaba. La comida era mi mejor amiga y recurría a ella siempre que las cosas se ponían difíciles".
Los títulos eran tan ofensivo que hicieron agravar sus inseguridades y hundirla en esa espiral: "Llegó un momento en el que ni siquiera soportaba mirarme al espejo. Por suerte, eventualmente fui capaz de hacer algo al respecto".También reveló que actualmente sigue dietas como la "cetogénica".