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ACTUALIDAD 19-08-2018 09:24

Dolores Barreiro y Matías Camisani celebran 21 años de casados junto a sus hijos

La familia disfrutó de unas vacaciones a puro esquí en Ushuaia.¡Mirá las mejores fotos! Galería de fotosGalería de fotos

Amante de los deportes invernales desde que es pequeña, Dolores Barreiro (43) le transmitió esa pasión no sólo a su marido, Matías Camisani (48), sino que también lo hizo a sus cinco hijos, Valentino (17), Salvador (14), Milo (12), Suria (6) e Indra (2). Acompañados por Bernardita (25), hermana de “Dolo”, y su suegra, Virginia, toda la familia se trasladó desde Buenos Aires hasta Cerro Castor, el centro de esquí ubicado en la ladera sur del Cerro Krund, ​a 26 km. de la ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego, para vivir una semana a puro esquí y snowboard.

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“Con los chicos estamos todo el año esperando la semana de esquí en familia. Nos encanta hacer actividades juntos y destinarles a nuestros hijos todo nuestro tiempo. Los más grandes ya esquían a la par mío y Suria está en la escuelita “Castores” aprendiendo. Ya los profes me dijeron que el año que viene la esperan a Indra, que para esa altura va a tener tres años. Si bien yo esquío con los chicos, Mati es más del snowboard, algo que ya le está interesando al mayor, a Valen”, cuenta Dolores quien se hospedó en el exclusivo centro de cabañas “Castor Ski Lodge”.

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La modelo y conductora dice que viajar a la nieve con sus hijos es uno de los “lujos” que puede darse ya que viven a pleno esa experiencia con ellos. Valentino, el más grande de sus hijos, se perfila como músico ya que toca el bajo y además de hacerlo junto a su padre, tiene su propia banda de rock. Dolores confiesa que es “alucinante” criar a hijos adolescentes y a una beba como lo es “Indrita”. “Valentino, Salvador y Milo nos enseñan a ser mejores padres todos los días, ellos son nuestros hijos mayores y son como una especie de guías. Es muy lindo poder acompañarlos en su crecimiento y, a su vez, enseñarle todo a una bebita como Indra y vivir el día a día de Suria. La verdad es que no podemos estar más felices con la familia que formamos con Matías”, contó ella.

En su estadía en el Cerro Castor toda la familia aprovechó al máximo los días. Se levantaban muy temprano por la mañana y luego de desayunar ya todos tenían sus equipos puestos. Inseparable de su familia, Dolores reflexionó: “La realidad es que siempre los más chiquitos la tienen más fácil. Con Mati nos casamos súper jóvenes y para mis hijos más grandes soy una mamá joven. En cambio Suria e Indra me ‘agarraron’ más grande. Uno va evolucionando como padres y quizás, lo que en un principio como mamá te aterraba, ahora te lo tomás con soda. El estar más relajados se lo transmitimos a ellos y es saludable”, dice “Dolo” y asegura que haber tenido un hijo a los 40 fue algo “espectacular”: “Haber sido mamá a los 40 fue una experiencia muy emocionante, y más aún al serlo de una nena, que es la única de la familia ya que teníamos cuatro varones con Mati. Indra es una beba soñada y me aporta una energía femenina maravillosa”, concluye.

por Federico Levin

Agradecimientos: Fotos Sebastián Dirube y

Milka Zambrana de FOTiar.

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