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Kasia Gallanio era hija de inmigrantes polacos y tenía 19 años cuando conoció en París a Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, tío del actual emir de Qatar, que tenía 30 años más que ella y se había exiliado tras un intento de golpe de Estado. En el año 2004 se convirtió en la tercera esposa y compartió durante ocho años una vida de lujos. Pero su separación provocó una dura batalla legal por la custodia de sus tres hijas menores.
La muerte de Gallanio ocurrió diez días después de que el tribunal judicial de París desestimara las demandas de la mujer, que en noviembre había pasado varios meses hospitalizada y que, de acuerdo con el diario Le Parisien, era propensa a crisis nerviosas y a las curas de desintoxicación. Esto llevó a un juez a aplazar el caso hasta obtener una evaluación psicológica de la mujer para comprender mejor la situación familiar. En los tribunales, el jeque de Qatar, que obtuvo la custodia de la menor de sus hijas, alegó que su expareja era alcohólica.
La alerta la dio la menor de sus tres hijas, desde París. Hacía varios días que no lograba comunicarse con su mamá. Cuando el portero del complejo donde se hospedaba forzó la puerta para la policía, cerca de las ocho de la mañana, encontraron a la exprincesa fallecida en su cama, sin signos de violencia. El encargado del edificio testificó que Kasia se mostraba triste en los días previos, y que no salía de casa desde el miércoles 25 de mayo de 2022, cuatro días antes de hallarla sin vida.
El 29 de mayo de este año fue hallada, a los 45 años, en su departamento de Marbella. La autopsia reveló que la causa de muerte fue por un paro cardíaco, pero los forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga encontraron varias botellas de vodka vacías en el baño contiguo a la habitación de Kesia y varios blisters de fármacos que eran para combatir el alcoholismo crónico y antidepresivos.
Una de las hijas de este matrimonio denunció a mediados de abril haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de su padre cuando tenía entre 9 y 15 años, tras la separación del jeque y su mamá. El entorno de Al Thani desmintió todo, pero la Fiscalía de París abrió una investigación por agresión sexual agravada.
