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Benjamín Vicuña presentó el libro, "Blanca, la niña que quería volar", un material literario en el que trabajó durante diez años y que le sirvió para atravesar el duelo por la muerte de su hija, Blanca Vicuña.
En medio de la repercusión que está generando la salida de este libro, la revista chilena, "Velvet", dio a conocer algunos fragmentos del mismo. Se trató de las frases más resonantes y duras del duelo que atravesó Vicuña y Pampita, su pareja en ese entonces.
En estos pasajes del libro, Vicuña habla de cómo se modificó su relación con la modelo tras la muerte de Blanca y la imposibilidad de sostener el vínculo ante tanto dolor. "En algún lado leí que después de la muerte de un hijo el setenta y cinco por ciento de las parejas se separan. Es que es muy duro estar en ese círculo donde se retroalimenta el dolor", se sinceró el actor.
"Tienes que brindarle consuelo a tu pareja y es imposible porque estás destruido, y a tu pareja le sucede lo mismo. No busco justificarlo, pero entiendo que también la tragedia nos separó", agregó en otro de los pasajes.
Además, el artista chileno reflexionó en cómo la muerte de su hija repercutió en él y en su paternidad. "Me hizo avanzar algunos casilleros en el escalafón humano. Me transformó para siempre y también me dio una salida, porque me obligó a ver a la muerte de frente y a tomar conciencia de la vida”, relató.
El desgarrador relato de Benjamín Vicuña sobre cómo la muerte de Blanca afectó a Pampita
En otro de los fragmentos del libro, Vicuña recordó cómo fue para Pampita transitar la pérdida de su hija: "Durante los primeros meses, Carolina se despertaba todas las noches preguntando desesperada: “¿Dónde está Blanquita?”. Se levantaba de la cama, caminaba por el pasillo e iba a su cuarto. La buscaba como una leona desesperada. Yo solo podía abrazarla, contenerla y responder: ‘Nuestra niña está bien, está en un lugar mejor’. Como una frase que se repite, como un texto aprendido de una escena mala”, relató sobre este desgarrador momento.
A su vez, el actor habló sobre cómo cambió el sentido de su vida tras el fallecimiento de su niña. "Cuando murió Blanca, ante mí se abrió una puerta que por apenas treinta segundos me permitió ver y entender todo. Pude ver desde la fragilidad lo pequeño que era este mundo, lo insignificante que era todo", afirmó.
VO
