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Carolina de Mónaco regresó a las cámaras de los medios de comunicación y sorprendió por una notable transformación que ha rejuvenecido su apariencia de manera extraordinaria. Conocida por su sofisticación inigualable, había estado fuera del foco mediático, dedicándose a su vida privada y familiar. No obstante, su reciente aparición en la inauguración de la exposición del artista español Miquel Barceló en el Nouveau Musée National Monaco dejó a todos estupefactos.
Carolina de Mónaco estuvo junto a su hija Carlota Casiraghi, en la inauguración de la exposición Villa Paloma. Madre e hija recorrieron las galerías del museo, apreciando las obras del artista mallorquín que celebra el mar. Las fotografías de este evento, compartidas en el perfil oficial del museo, rápidamente se hicieron virales, mostrando la elegancia natural de ambas.
Carolina lucía un conjunto compuesto por piezas clásicas y atemporales: una falda acampanada de largo hasta la rodilla y una sencilla camisa blanca arremangada, que le otorgaba un aire más casual y juvenil. Complementó su atuendo con unos llamativos zapatos de tacón con estampado de leopardo, un bolso caramelo con asa de madera y joyería dorada. Sin embargo, lo que realmente destacó fue su impresionante cambio de imagen.
El impactante cambio de look de Carolina de Mónaco
La hermana mayor del príncipe Alberto, que. antes lucía muy orgullosa su envejecimiento y lucido cabello canoso, decidió renovar su imagen. Se despidió de sus canas, optando por un tono rubio claro que le quitó instantáneamente varios años de encima. Este cambio, meticulosamente ejecutado, se realizó mediante la técnica de balayage en tonos cenizos, logrando una transición suave y uniforme que evita el contraste marcado de las raíces. De esta manera, Carolina de Mónaco a sus 67 años vuelve a conquistar a sus seguidores con una renovación muy positiva.
AM
