La princesa Leonor, heredera al trono de España, está tomando ciertas decisiones que han generado preocupación dentro de la Casa Real. A sus 18 años, tras haber alcanzado la mayoría de edad y comenzado su formación militar en la Academia General Militar de Zaragoza, experimenta una transformación que, lejos de las estrictas reglas impuestas por su madre, la reina Letizia Ortiz, ha despertado inquietud en la familia real.
El año pasado, Leonor prometió cumplir con todas sus obligaciones institucionales como futura reina de España. Siguiendo los pasos de su abuelo Juan Carlos I y de su padre Felipe VI, ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza para formarse con el ejército de tierra. Sin embargo, este paso hacia la adultez también significó el inicio de una mayor independencia para la princesa.
La adicción de la princesa Leonor que preocupa a la Casa Real
En Zaragoza, la princesa Leonor comenzó a vivir una vida más cercana a la de cualquier joven de su edad. Hizo grandes amigos y, cuando no tenía compromisos oficiales, prefería quedarse en la ciudad aragonesa, disfrutando de su tiempo libre con sus compañeros. Las salidas nocturnas a discotecas se volvieron frecuentes, y en más de una ocasión, la princesa fue vista divirtiéndose hasta altas horas de la madrugada.
Pero, lo que más ha inquietado a Felipe VI y Letizia no ha sido solo la vida social activa de su hija, sino un hábito secreto que salió a la luz recientemente: Leonor fuma cigarrillos electrónicos. Según testimonios, la princesa se convirtió en adicta a fumar durante su estancia en el internado de Gales, un hábito que mantuvo oculto de sus padres hasta hace poco. Fue en una de sus salidas nocturnas en Zaragoza cuando un testigo aseguró haberla visto fumar fuera de una discoteca.
Esta revelación tomó por sorpresa a los reyes, especialmente a Letizia Ortiz, quien decidió hablar personalmente con su hija. Durante la conversación, la reina le expresó su desilusión al descubrir que la princesa Leonor no solo fumaba, sino que también había ocultado este hábito perjudicial para su salud. Aún más preocupante fue que sus escoltas ya habían tenido que intervenir en varias ocasiones para sacarla de fiestas en estado de ebriedad.
AM