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Las Casas Reales de Europa fueron centro de escándalos que despertó las críticas de los abolicionistas de las monarquías. En estos últimos días, varios royals estuvieron bajo la mira de los medios de comunicación, y muchos usuarios se levantaron en su contra. Entre los más controversiales, se encuentran Amalia de Orange, Marius de Noruega y Christian de Dinamarca.
El escándalo por la seguridad de Amalia de Holanda
La princesa de Países Bajos, e hija de Máxima Zorreguieta, sobrevivió a una fuerte amenaza de la mafia. Esto la llevó a estar recluida durante varios meses, y a que la Casa Real pusiera a su disposición un gran operativo de seguridad. Sin embargo, esto despertó el enojo de muchos, que ya no soportan a la monarquía.
Todo empeoró cuando el portal holandés Het Parool informó que la policía detuvo a cinco personas por error en la carretera que va de Ámsterdam a Amberes. Según contaron, el Dj y presentador Serginio Pique, junto a sus amigos, estaba haciendo exactamente el mismo camino en auto que la princesa Amalia.
Al parecer, los agentes inmovilizaron el vehículo y los apuntaron con armas de fuego. Los revisaron minuciosamente, y decidieron trasladarlos a una comisaría. Unas horas más tarde, los jóvenes fueron puestos en libertad sin cargos. A pesar de que se resolvió rápidamente, el abogado del DJ compartió el enojo del joven, y anunció que espera un resarcimiento económico por los daños y perjuicios.
Las acusaciones de violencia que enfrenta Marius Borg de exparejas
El escándalo más grande que se vive en Europa, en estos últimos días, tiene como protagonista a Marius Borg, hijo de soltera de la princesa Mette-Marit de Noruega. El príncipe fue acusado de violencia de género por tres mujeres diferentes. El domingo pasado fue detenido en un apartamento de Oslo, tras ser señalado por agresión física y psicológica contra una joven de unos 20 años.
Esto puso en la mira a la familia real, quien también recibió otras dos denuncias. Julianne Snekkestad y Nora Haukland, exparejas del príncipe, fueron las encargadas de presentarlo a la policía. Ante estas acusaciones, Marius Borg admitió los hechos que se le imputan. En ningún momento de la declaración, el príncipe negó lo sucedido.
Sin embargo, reveló que sufre de trastornos mentales y problemas de abuso de sustancias, por los que ya había recibido tratamiento en el pasado. Además, expresó arrepentimiento y pidió perdón a su pareja actual y a su familia. A pesar de esto, fue señalado por la opinión pública y generó repudio hacia la familia real.
El exilio de Christian de Dinamarca hacia África
Contrario a la preparación que se estipula para un heredero al trono, hay otros planes para Christian de Dinamarca, quien a sus 18 años y tras terminar sus estudios secundarios, no ingresará a la universidad ni comenzará su preparación militar, como lo hacen los futuros reyes. Con un comunicado oficial de la casa real, se dio a conocer que el joven será trasladado a África.
"El 4 de septiembre, el Príncipe Heredero partirá para una estancia prolongada en África Oriental. Allí participará en el funcionamiento diario de dos granjas, lo que le implicará, entre otras cosas, tareas prácticas y administrativas, además de brindarle una idea de la conservación de la naturaleza local", son las palabras que se utilizaron para informar sobre el destino de Christian. Pero bien se sabe que este viaje esconde un motivo: alejar al heredero de la vida nocturna que genera grandes controversias.
Desde que cumplió 18 años, en octubre pasado, el futuro rey fue captado por la prensa en diversas fiestas nocturnas, acompañado de chicas y muy a tono de los eventos a los que asistía. Esto le valió el apodo de la prensa como “el nuevo príncipe fiestero”, como supieron llamar a su padre, el rey Federico X, tiempo atrás. Mismo motivo que llevó al ahora rey a ser trasladado a expedición a Mongolia en 1986 y a un viñedo de California en 1989. Todo indica que la historia se repite con Christian, que alerta tanto a la familia real como a la sociedad.
