Hacía muchos meses que los españoles no veían brillar los ojos de su querida reina emérita Sofía (82) de esa manera y, mucho menos, con la gran sonrisa que volvió a iluminar su rostro. Y el motivo no fue secreto. Con orgullo y una felicidad que se adivinaba en su rostro cubierto por el obligatorio tapabocas, llevaba de sus manos, nuevamente después de tanto tiempo, a sus nietas, la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (14).
En Mallorca todos estaban expectantes del reencuentro del rey Felipe VI (53) y Letizia (48) con la ex monarca –desde 2019 que no los veían juntos– que llegó para disfrutar ella también de unos días de vacaciones junto a su hermana, la princesa Irene (79). Según contaron los íntimos asistentes de Sofía se preparó especialmente para la cita. Después de mucho tiempo volvió a teñir sus canas y eligió un pantalón estampado en vivos colores y un blusón blanco que completó con alpargatas metalizadas y un chal para soportar la brisa marina.
Ya que la cita fue en la terraza del restó “Ola de Mar”, ubicado en el puerto de Palma, tal como lo mostró el sitio guacamouly.com. Hasta allí llegaron Letizia con un vestido transparente, en negro, con flores aplicadas, by Uterqüe, alpargatas de taco by Castañer y bolso Bimba Lola; Leonor con un minivestido floreado en rosa de Mango que completó con alpargatas con taco de Mibo y Sofía con uno cruzado a rayas y alpargatas de Macarena Shoes.
Mientras el Rey optó por un relajado look de pantalón blanco y camisa celeste. Como es tradición en el restó, comieron arroz y pescados mientras charlaban animadamente casi como la estampa de una familia normal. A la salida, con gran ternura y el orgullo de sentirse una abuela, Sofía tomó de la mano a sus nietas y volvió a mostrarse feliz.