Desde 2014 que la familia real de Dinamarca no se reúne para el tradicional posado de verano, pero las fiestas de fin de año eran una tradición que aún se mantenía vigente, al menos hasta este año que la reina comunicó su decisión de quitarle los títulos de ‘príncipe’ a cuatro de sus ocho nietos.
La casa real de Dinamarca confirmó que la reina Margarita II pasará la Navidad en el Castillo de Marselisborg, en Dinamarca, junto a su hermana, la princesa Benedicta y su familia, y algunos amigos de la reina.
Su primogénito, el príncipe Federico, junto a la princesa Mary Donaldson y sus cuatro hijos, Christian, Isabella, Vincent y Josephine, viajarán a Australia –país de donde es originaria la princesa–, mientras que segundo hijo, el príncipe Joaquín y la princesa Marie Cavallier, y los dos hijos que tienen en común, Henrik y Athena, también estarán en el extranjero. Los ex príncipes Nikolai y Felix –hijos de Joaquín y su primera esposa, Alexandra Manley– tampoco pasarán las fiestas con su abuela.
Conflicto familiar
Son varios los conflictos en la realeza danesa, pero el más reciente lo protagonizó la misma monarca en septiembre de este año, cuando comunicó que los hijos de Joaquín de Dinamarca, perderían sus títulos a partir del 1 de enero de 2023.
“Como también mencionaron mis padres, estamos conmocionados por esta decisión y la rapidez con la que ya se tomó” aseguró Nikolai de Dinamarca en aquella oportunidad. “Los niños no pueden entender por qué les quitan su identidad” dijo Alexandra, madre de los futuros ex príncipes, mientras que Joaquín admitió que “no es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así”.
La reina mantuvo su decisión, pero admitió que “como madre y abuela he subestimado cómo se siente mi hijo menor”.
Este episodio se suma a la eterna rivalidad entre Federico, y su hermano Joaquín, que junto a su esposa Marie, admitieron que mantienen una relación complicada con los herederos.