El príncipe George, hijo mayor de los príncipes de Gales, celebró su undécimo cumpleaños en un contexto familiar complejo. La enfermedad de su madre, Kate Middleton, quien ha sido diagnosticada con cáncer, añadió una capa de dificultad a su vida, forzándolo a asumir rápidamente una nueva dimensión de responsabilidad y madurez.
Desde que se hizo pública la enfermedad de Kate, la Familia Real británica está en el centro de una gran atención mediática. La princesa de Gales decidió reducir sus compromisos públicos para enfocarse en su tratamiento, dejando a George en una posición más comprometida que nunca. Como hermano mayor, tiene que ser una fuente de apoyo no solo para su madre, sino también para sus hermanos menores, Charlotte y Louis.
Para conmemorar su undécimo cumpleaños el pasado 22 de julio, se divulgó un nuevo retrato oficial del príncipe George en la cuenta de Instagram de los príncipes de Gales. Este retrato, más formal que las imágenes espontáneas de cumpleaños anteriores, subraya la seriedad y el sentido de responsabilidad que el joven ha empezado a mostrar.
La actual situación ha llevado a los príncipes de Gales a poner un énfasis renovado en la salud mental de sus hijos. La presión inherente a su vida de realeza, sumada al estrés por la enfermedad de su progenitora, ha llevado a expertos a sugerir que el príncipe George podría beneficiarse de apoyo psicológico. Consciente de la importancia de este aspecto, el príncipe Guillermo y Kate Middleton han tomado medidas proactivas para garantizar que sus hijos reciban el soporte necesario. Esta iniciativa busca evitar que el heredero al trono y sus hermanos, sufran en silencio, recordando las experiencias de su tío, el príncipe Harry, quien ha hablado abiertamente sobre sus propias luchas con la salud mental tras la muerte de su madre, Lady Di.
AM