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Kate Middleton, Carlos III y Guillermo, príncipe de Gales, fueron atravesaron una etapa muy difícil durante el 2023 por todas las polémicas que protagonizaron. Este año fue el primer reinado del hijo de la difunta reina, donde se enfrentó a las complejidades de la monarquía y no obtuvo el apiado de sus ciudadanos.
La infidelidad de Guillermo, príncipe de Gales, a Kate Middleton
El año del Palacio de Buckingham comenzó con la fuerte noticia de que el futuro rey de Inglaterra le era infiel a la princesa de Gales desde hace 4 años. Los rumores habían comenzado a estar latentes mucho tiempo atrás y fueron los medios ingleses quienes filtraron la noticia. Se conoció que la tercera en discordia era Rose Hanbury, la esposa de un marqués del rey y ex mejor amiga de Middleton.
Según salió a la luz, la relación comenzó en el año 2019 y un Kate estaba al tanto de todo. La única condición que le habría puesto a su marido es que no obstruyeran su camino al trono. La infidelidad del príncipe no sorprendió mucho al pueblo debido a todo el sufrimiento que le hizo pasar durante su noviazgo, donde la habían apodado "Katie Waity" por esperar mucho tiempo a que le propusiera matrimonio.
La polémica recrudeció en mayo, durante la coronación de Carlos III, ya que Hanbury estuvo presente por invitación del monarca. El pueblo lo tomó como una traición a la princesa de Gales y recordaron todo lo que sufrió Lady Di. Asimismo, el hijo de Rose tuvo un rol importante en aquella ceremonia como paje del rey junto a George de Gales, el segundo en la línea de sucesión.
Desde el Palacio de Buckingham jamás emitieron un comunicado y tiempo después se conoció que la princesa fue a visitar a Rose y a su marido, sin la compañía de Guillermo, a una casa de campo. Allí fueron vistos en un festival de música cerca de la zona. Durante los últimos meses del 2023 corrió el rumor de que la hija de Hanbury, Lady Iris Marina, podría ser una hija no legítima del futuro rey.
El berrinche de Carlos III en su coronación
Si bien el monarca tomó el mando de la realeza tras la muerte de su madre, Isabel II, en septiembre, el comienzo oficial de su reinado no fue hasta mayo del año siguiente. Mucho se especuló sobre que jamás llegaría a la corona por la longevidad de la difunta reina, por lo que su gestión era una sorpresa para los ingleses.
Carlos, a diferencia de su madre o Lady Di, no es querido en su país por su carisma. Al contrario, tiene una personalidad muy cerrada y arisca en lo que los buenos modales respecta. Así fue como en su propia coronación protagonizó uno de los momentos más vergonzosos.
El rey, a punto de firmar un acta donde lo daba por oficializado, se enfureció cuando le explotó la tinta de la lapicera en la mano. Frente a todas las cámaras, Carlos no pudo aguantar su enojo y fue la noticia que opacó su ceremonia. Incluso la misma Camilla Parker intentó calmarlo al agarrar la birome para dejar su firma como reina consorte.
Las declaraciones del príncipe Harry y el lanzamiento de "Endgame"
Otro de los problemas que tuvo que enfrentar la corona británica fueron las declaraciones del príncipe de Harry y el estreno del último libro sobre realeza que generó polémica. Desde que los Sussex se separaron de la familia real comenzaron una serie de documentales y autobiografías en donde dieron sus testimonios de cómo es vivir en el Palacio de Buckingham.
Una de las entrevistas que más resonó fue la de Meghan Markle con Oprah Winfrey, en donde aseguró que un miembro de la familia mostró preocupación por el color de piel de sus hijos durante sus embarazos. La entrevistadora quedó atónita y las palabras de la actriz causaron mucho revuelo a nivel mundial.
Fue tal el escándalo que el rey Carlos se comunicó con Markle mediante cartas para pedirle disculpas en nombre de la institución según explicaron diversas fuentes. Pero el escándalo recrudeció con el lanzamiento de "Endgame", un nuevo libro de realiza escrito por Omid Scobie en donde un error de impresión en los Países Bajos pudo haber terminado en cuestiones legales.
El autor relató el hecho de aquella entrevista, pero jamás dijo el nombre de la integrante que tuvo actitudes racistas contra Meghan a pesar de que sabe de quién se trata. Todos los dedos apuntaron a Middleton, dado que hay muchos videos en donde se muestra distante con las personas afrodescendientes y sin ganas de estrechar sus manos.
El error ocurrido en el los Países Bajos fue que, siendo traducidos al holandés, escribieron el nombre de la princesa de Gales, lo que podría haber generado un gran problema por difamación. Scobie expresó que el no es responsable de las traducciones de sus libros y la editorial tuvo que retirar los ejemplares de las librerías a la venta.
