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Está claro que la infanta Cristina de Borbón no se oculta y cada vez se deja ver más en España, mayormente en Barcelona, donde vive y juega al balonmano su hijo Pablo Urdangarin. De hecho, la misma Cristina reveló haber adquirido un piso en Pedralbes solamente para acudir al Palacio de Deportes de Granollers con el fin de ver a su hijo jugar, cada vez que el juego se da de local cada quince días. Además, es una actividad que la infanta no realiza sola, ya que se la ha visto en las gradas junto a Johanna Zott, la novia de Pablo.
Las fotos entre estas dos mujeres alentando a Pablo reflejan la buena relación que tienen, pero es probable que a Cristina le traiga recuerdos de las épocas en las que ella se hacía presente en los juegos de su entonces pareja, Iñaki Urdangarin. La memoria de la infanta Cristina podría viajar a esas épocas, en las que la novia enamorada no era la pareja de su hijo, sino ella, que asistía a ver a Urdangarin.
Sin embargo, cualquier posible sentimiento que esto le traiga a la infanta queda completamente oculto por la actitud animada que muestra cada vez que va a ver a su hijo, que está cada vez más cerca de convertirse en un jugador de balonmano igual de decisivo como su padre.
Además, hace tiempo que se conoce la afición por el deporte que tiene Cristina Borbón, ya que ella misma ha tenido grandes anécdotas vinculadas al deporte, y siempre remarcó uno de sus momentos favoritos: la competición.
La independencia de la infanta Cristina en Barcelona
Más allá de su posicionamiento como infanta de España, la decisión de Cristina Borbón de irse a vivir a Barcelona con su prima, Alexia de Grecia, le otorgó una libertad y una vida, dentro de todo, autónoma.
En la época en la que las primas se divertían en Barcelona, también disfrutaban como veinteañeras a lo grande, cerca de deportistas imponentes. Más allá de su libertad, el rey Juan Carlos estaba informado sobre las actividades sentimentales y diarias de su hija, a la que se la veía más que interesada en el deporte y en la vida independiente de mujeres de su edad.
Un ejemplo de esta autonomía es el hecho de que la infanta Cristina elegía moverse en tren y metro, ignorando a sus dos guardaespaldas que iban siempre con ella, y además era muy religiosa. No obstante, desde el Palacio Real de Madrid, el rey Juan Carlos quiso advertirle más de una vez sobre lo que implicaban sus amistades con deportistas en Barcelona.
El picante consejo del rey Juan Carlos a la infanta Cristina
La anécdota de los consejos del rey a la infanta Cristina procede de unas famosas grabaciones a los Borbón, que demostraron parte de la intimidad de la familia real y que fueron grabadas en la habitación de la clínica Navarra, donde finalmente murió Don Juan.
En estas grabaciones se puede escuchar al rey Juan Carlos aconsejando a sus hijas, como cuando le advirtió a Cristina Borbón, tiempo atrás, sobre la contracara de enamorarse de un deportista. Como padre, supo detectar el talón de Aquiles de Cristina. El rey también era deportista, y con el diario del lunes, ya es sabido que era muy mujeriego. Sin embargo, le daba consejos de amor a sus hijos. En aquella época, Cristina estaba viviendo en Barcelona, donde salía con un deportista que todavía no era Iñaki Urdangarin, pero su papá ya le estaba dando consejos: “son bastantes promiscuos”, le advirtió el rey.
Pese a esto y como la historia ya lo contó, la infanta Cristina se enamoró de Iñaki Urdangarin, con quien tuvo cuatro hijos. Más allá del acierto en los consejos del rey, el actual jugador de balonmano e hijo de Cristina e Iñaki, Pablo Urdangarin, se proyecta como una versión mejorada de ambos, algo que queda reflejado en su relación con Johanna Zott, quien asiste, al igual que una joven infanta Cristina, a ver a su pareja cada vez que tiene la posibilidad.
VFT
