A través de la serie y documental, Harry & Meghan, el Príncipe Harry y Meghan Markle compartieron su intimidad. Mostraron su casa en California, su día a día con sus dos hijos, Archie y Lilibet. También compartieron detalles de su relación con ciertos miembros de la Familia Real británica, como las princesas Beatriz y Eugenia de York, con quienes tienen una buena amistad.
"Incluso cuando Guillermo y Kate vinieron a casa y la conocí por primera vez yo llevaba unos vaqueros rotos e iba descalza", recordó entre risas. "Supongo que entendí muy rápido que la formalidad exterior se trasladaba al interior. Parecía que había una forma de ser hacia fuera, pero que luego cerrabas la puerta y... ¡Uf, qué bien! ¡Ya podemos relajarnos! Pero esa formalidad va también por dentro y me sorpendió", reconoció con cierto pesar.
La duquesa de Sussex reveló que no fue ella la que hizo llorar a Kate cuando estaba ultimando los preparativos de su casamiento con el príncipe Harry, sino todo lo contrario: "Unos días antes de la boda, ella (Kate) estaba disgustada por algo relacionado con los vestidos de las niñas y eso me hizo llorar, hirió mis sentimientos. Después, "me envió flores y una nota disculpándose. Hizo lo que yo misma hubiera hecho si supiera que lastimé a alguien: asumir la responsabilidad".
Cuando la prensa británica contó la historia al revés, para Meghan fue una sorpresa ver que en la Familia Real nadie lo desmentía. "Quieren una narrativa en la que haya una heroína y una villana", dijo, añadiendo que fue difícil superar que la culparan por algo que no hizo. "Ellos sabían que no era verdad. Comencé a entender que no solo no me iban a proteger, sino que incluso estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia", concluyó.